La historia de los casinos, a través de sus fichas de juego
Juan Luis Perelló edita un libro sobre esta temática entre los años 1890 y 1960
Amurrio - La pasión de Juan Luis Perelló, presidente de la Sociedad Filatélica y Numismática de Amurrio, por el coleccionismo le ha llevado a autoeditar dos libros en solo dos años. El primero se centró en dar a conocer todo lo relacionado con las monedas de necesidad, jetones de propaganda y fichas de casino que se emitieron y usaron en el País Vasco entre los años 1900 y 1960 “que ha tenido muy buena acogida y se ha agotado ya”, precisa. Ahora ha dado un paso más en su interés por divulgar y compartir sus conocimientos en esta materia con la publicación, junto a compañeros coleccionistas Daniel Torres Micó (de Madrid) y Francisco Macías Serrano (de Castellón) y trabajo dedicado específicamente a las fichas que se usaron en diferentes casinos españoles, sociedades y juego desde 1890 hasta 1960.
Se trata de un voluminoso e ilustrado catálogo de fichas usadas en diferentes sociedades recreativas en una época en la que “pudo haber más de 2.000 casinos en funcionamiento en toda España”, asegura y aunque “el juego llegó a ser prohibido en 1925 por Primo de Rivera, la actividad se continuó desarrollando”. La antesala al proyecto que ahora ve la luz fue un capítulo de su primer libro donde repasa la historia de los más importantes Casinos de Euskadi a través de sus fichas de juego. Gracias a las piezas halladas es fácil deducir que “en el Gran Casino de San Sebastián se jugaba mucho dinero ya que hemos encontrado fichas de principios de siglo por valor de 5.000 pesetas, que era lo que por entonces podía costar un casino”, comenta a modo de ejemplo.
La relación de salas es amplia y destacan las referencias al casino del Gran Kursaal, el Club Cantábrico, el Club Náutico Bilbao o el Club Marítimo del Abra y, como coleccionista de este tipo de fichas, Juan Luis Perelló tiene también una espinita clavada. “Uno de los casinos más importantes de Bilbao fue el Monte Artxanda pero nadie ha sido capaz de encontrar fichas que podamos adjudicar a esta sala” y tampoco ha encontrado nada referente a los casinos de Bermeo, Sopela o Laudio. En este último caso tiene la teoría, aunque no la seguridad, de que se jugara de manera puntual. “En sitios pequeños lo que se hacía es alquilar una sala a un profesional que iba allí con sus fichas, ruleta o cartas para estar uno o dos días”.
La nueva publicación ahonda en la temática y la extiende a toda la geografía estatal y está dividida en tres partes relacionadas con la tipología de las fichas: las identificadas y catalogadas, las relacionadas con sociedades “como clubes de caza o de aviación” y las de uso general. Y en cuanto a su valor, también hay categorías. “Las más básicas solían ser de metal como cobre, plata o níquel, luego estaban las de nacas, hueso o plástico y las más valiosas eran las de cartón duro prensado que eran muy bonitas y costaban mucho dinero”. Buena muestra de ello es la de 25.000 pesetas perteneciente al antiguo casino del Gran Kursaal “que es la más alta que hemos encontrado en Euskadi”.
El trabajo de estos tres apasionados de las fichas y del coleccionismo en general, es muy importante y completo. Pero tal y como confiesan sus propios autores está abierto a las aportaciones que puedan hacer todas aquellas personas que tengan en sus manos material de casinos o sociedades recreativas que puedan completar la publicación o incluso información y datos que les ayuden a catalogar algunas de las fichas que no han conseguido identificar.