Durango. El deporte siempre ha estado muy presente en su vida hasta convertirse en un ejemplo de superación para muchas personas que le siguen. A sus 51 años, el durangarra Javi Agirre, transplantado de riñón desde hace cuatro años, se proclamó el mes pasado Subcampeón de Europa de Triatlón en Italia. “Intento ser un ejemplo para todas esas personas que les toca vivir esto y pueden tener sus dudas y miedos”, explicó el durangarra.
Desde niño, Javi siempre estuvo ligado al mundo del deporte. Recordando con cariño sus primeras patadas al balón en el colegio, también jugó en el Durango Rubgy Taldea y se federó en su gran pasión: el ciclismo. Al cumplir 30 años, la vida de Javi dio un giro de 180 grados cuando en una revisión médica rutinaria con resultado de una analítica alterada, le aconsejaron visitar al nefrólogo. “Me dijeron que tenía una insuficiencia renal crónica y que debía dejar el deporte de competición y que si quería podía salir con la bicicleta unos 25 kilómetros cuando mi media era de cien kilómetros mínimo”, recuerda el durangarra, añadiendo que “eso fue el mayor palo”. Aparcando el deporte y practicándolo de manera esporádica, Javi tuvo que acostumbrarse a un nuevo ritmo de vida. Fue con 45 años y con el inicio de la diálisis, cuando, consciente de que tenían que transplantarle, “decidí que era hora de volver al deporte con una rigurosidad casi profesional, no en cuanto a intensidad pero si en la obligación que me impuse de cuidarme física y mentalmente”, recuerda. Y es que a la hora de realizar un trasplante estar en el mejor estado físico posible es fundamental. “Llaman a dos personas y eligen al que mejor está por lo que tenía claro que quería ser el paciente perfecto”, aseguró con ambición.
Dicho y hecho. Javi recuerda la llamada del 6 de noviembre de 2014 en la que el coordinador de transplantes del hospital de Cruces le informó de que tenían un posible riñón para él. “Todo un cúmulo de sensaciones: miedo, esperanza, incertidumbre, dudas, nervios? Ocho horas después nos informaban de que uno de los riñones era para mí”, recordó emocionado.
La operación que avisaba de que podía durar cuatro horas, se quedó en dos. Tanto acortó su estancia en el quirófano que su mujer que estaba en la sala de espera se asustó al ver salir tan pronto a los doctores. “Dijeron que todo había salido bien y que había sido coser y cantar. Era lo que querían; una persona, delgada, fibrada y en forma”, explicó Javi que once días después estaba en casa.
Una vez transplantado comenzó a participar en diferentes pruebas deportivas con la Asociación Deporte&Trasplante España. Con poco espacio ya en casa para seguir coleccionando medallas y reconocimientos, Javi ha participado en campeonatos de España, hace dos años estuvo en el europeo de Finlandia y el año pasado en el Mundial de Málaga donde terminó cuarto en triatlón.
Apasionado de la bicicleta, un año más, Javi no ha dudado en acudir y se encuentra estos días en los Pirineos disfrutando del Tour de Francia. Además, reconoce que “siempre que puede también suelo acompañar a las ciclistas de la Iurreta Emakumeen Bira a diferentes carreras por Europa”.
Próximos retos Javi organizó el año pasado la Transplant Bike Bilbao, marcha cicloturista solidaria en favor de la donación y el ejercicio físico en trasplantados y enfermos crónicos. Además, su agenda está repleta de futuros compromisos como La Titán de La Mancha en septiembre (100 kilómetros de mountain bike), el año que viene tomará parte en el campeonato del Mundo en Newcastle y le gustaría estar en el europeo de Dublín (2020) y Houston (2021). “Tengo claro que quiero seguir disfrutando del deporte mientras el riñón me deje”, promete.