Erandio - Unos chavales andaban ayer con sus patinetes en la pista de la parte trasera de Tartanga, mientras una pareja de señores caminaba por allí mismo, siguiendo el recorrido del metro. Fueron de los primeros usuarios de este nuevo itinerario peatonal que ha creado el Ayuntamiento de Erandio y que incluye también una parte para hacer malabarismos sobre ruedas y un bidegorri.

Se trata de un paseo de cerca de 300 metros de longitud que tendrá continuidad, como adelantó ayer el alcalde erandioztarra, Joseba Goikouria. “Haremos otros 150 metros y la idea es que llegue hasta Astrabudua, para que quien lo desee pueda ir andando entre estos barrios sin tener que coger el metro”, comentó el primer edil. Esta iniciativa es una respuesta a una petición vecinal que se plasmó en los presupuestos participativos de 2017 y que ha contado con la ayuda para su desarrollo del Consejo de la Infancia, compuesto por “18 niños de 10 y 11 años”, como recordó ayer el concejal de Urbanismo, Egoitz Bilbao.

“Ellos han colaborado aportando ideas como el bidegorri y la pista de patinaje o que tuviera más iluminación y zonas verdes”, desveló Bilbao. Aritz Kahoraho es uno de los integrantes de este grupo asesor del Consistorio. “Hemos estado diseñando esto varios niños. Somos de cuarto. Y el Ayuntamiento nos ha hecho caso en algunas cosas y ha quedado bastante bien”, aseguraba este alumno de la ikastola Altzaga, que como él mismo explicó, vive en Leioa, pero estudia en Erandio, donde residen sus abuelos. “Lo que no podíamos hacer es quitar de ahí el metro”, bromeó el alcalde.

Además, este camino conecta con la zona de centros educativos de Tartanga, con lo que se crea “otra alternativa” para que llegar a los colegios e institutos, como valoró el regidor erandioztarra. Es más, Jado Ikastetxea ha habilitado una entrada al frontón desde este paso, por lo que el interior del colegio podrá ser utilizado fuera del horario lectivo. Esta es una medida que se repetirá en otros centros, ya que forma parte de la iniciativa patioak zabalik, patios abiertos, que se basa en la apertura de estos espacios fuera del horario lectivo para actividades de ocio y diversión para la juventud.

La inversión necesaria para este itinerario ha sido de 190.000 euros y el ámbito global de actuación comprende 1.600 metros cuadrados, en los que también se han colocado diez árboles, y se plantarán algunos más.

En el cajón El ancho del itinerario es de cuatro metros, en los que queda diferenciado el bidegorri de la franja peatonal, y el lugar para patinar ocupa 62 metros de largo, por seis de ancho. “Es una obra que estaba prevista desde hacía tiempo pero que se quedó en un cajón por la crisis”, reconoció Goikouria.

Por otro lado, se engloba en el proyecto de remodelación de Tartanga, cuya fase principal arrancará en el último tramo del año.

Este proyecto se estrena cuando otro que también está ligado al ocio comienza. Es el caso del skatepark que se construye desde el pasado lunes en Astrabudua y que espera estar terminado para principios de este mismo otoño. Se trata de otra zona, como este paseo, que busca generar espacios en la calle en los que los vecinos, jóvenes y mayores, puedan socializar y pasar el tiempo libre en la calle. Esta pista de skate surge también de una petición popular antigua, que por fin ha visto la luz.