Turtzioz rastrea la genealogía de los perros villanos
La feria local dio a los criadores la opción de inscribirse en el registro de la raza
Turtzioz - El veterinario de la Diputación Foral de Bizkaia Agustín Mendieta recibió una mención especial ayer durante la feria agroalimentaria de Turtzioz. Se llevó los aplausos de autoridades y público en reconocimiento a su trabajo y colaboración con el Club Nacional del Villano de las Encartaciones, que organizaba el concurso incluido en el programa. “Conocí a la agrupación a mediados de los años noventa y, por desgracia, la raza sigue atravesando una situación crítica. El peligro de extinción no ha desaparecido”, lamentó, porque, como ya se apuntó en la feria de Güeñes, la población actual no llega a los 500 cuando la supervivencia se garantizaría a partir de mil. Pese a todo, el veterinario foral se queda con los pasos que se están dando para proteger a estos canes que llaman la atención por el color atigrado de su piel: “se está creando un libro genealógico y cada vez hay más perros con pedigrí”, lo que ayuda a conservar el estándar racial.
De esta forma, el perro villano ideal debería aproximarse a los cánones ya dictados de 58 centímetros de alto para las hembras y 63 para los machos, mandíbula ancha y hocico de tamaño medio. El concurso que tuvo lugar dentro del recinto de la feria en la urbanización Benigno Garay contó con la participación de “35 villanos”, según explicó el presidente del Club Nacional del Villano de las Encartaciones, Pedro Lana. El certamen supuso una oportunidad para que los propietarios de estos perros pudieran presentarlos al examen del jurado y acreditar su pertenencia la raza con el objetivo de inscribirlos en el registro fundacional del perro villano de las Encartaciones, una especie de censo que está en pleno proceso de elaboración. “El Gobierno vasco concede año y después costará más incluirlos. Nuestro objetivo es que ningún villano se quede fuera y, por eso, si hace falta nos desplazaríamos donde nos avisen”, ofreció. Una vez fuera de plazo, existen otras vías para certificar los estándares raciales, pero que acarrearían más tiempo y trámites.
Desde Valladolid Entre quienes pasearon a sus canes bajo la atenta mirada del jurado primaban los criadores de Enkarterri, sin embargo los hubo que viajaron expresamente desde Valladolid, como Sergio López. “Un amigo de Donostia que tiene una finca en Salamanca me habló de esta raza. Me animé a criar y no me arrepiento porque son perros nobles”, indicaba poco antes de conocer de que había obtenido uno de los galardones en liza ayer por la mañana. También debutó en el concurso Aitziber González, dirigiendo el paso de su perra Sua. De ella destacó “su nobleza y cómo marca territorio si hace falta, se pasa el día suelta”. Aunque la vencedora fue Masha, una hembra de ocho meses a la que cuidan los hermanos de Karrantza Jon e Itsaso Gil, que lucieron orgullosos la txapela.
Tras la entrega de premios, e público pudo disfrutar del resto del apartado ganadero bovino, ovino, caballar -con los pottokas que antes daban nombre al evento como protagonistas-, caprino y asnal, situado bajo una carpa. Asimismo, puestos de artesanía y alimentación, txosnas y paseos en calesa para los más pequeños animaron la jornada festiva en Turtzioz.