amorebieta - A sus 68 años, Patxi González, más conocido como Patxi Sema en su Amorebieta natal, cuenta los días que restan para volver subirse al escenario del Zornotza Aretoa como actor con el espectáculo Txarriboda. Y es que si siempre es especial actuar en casa, más aún para la única persona que se ha casado en el espacio cultural zornotzarra. “Había que elegir un local municipal y nos casamos en la sala de reuniones del Zornotza Aretoa”, recuerda orgulloso el polifacético vecino, ligado siempre al mundo del canto, teatro y la televisión.
Desde niño, Patxi Sema mostró especial interés por el teatro y la música. Además, en su caso, la influencia familiar con dos grandes músicos en casa le llevaron a vivir de cerca siempre este mundo. No en vano, su padre -José Mari González, Sema- era un prestigioso tenor y su madre, Sara Iza, era profesora. “El origen de todo lo hemos tenido en casa. Somos cinco hermanos y toda la vida hemos cantado”, puntualizó orgulloso de su familia.
Trabajando durante cuarenta años de representante de lencería, Patxi se jubiló el año pasado y vuelve a disfrutar del teatro. Fundador e integrante de Txomin Barullo desde sus inicios, realizó numerosas actuaciones en fiestas de Bilbao con exitosas funciones críticas políticas. Fue a raíz de una de ellas, hace treinta años, como logró su primera aparición en televisión. “Me dijeron para presentar trece programas infantiles para ETB y fueron saliendo cosas”, repasa, recordando programas como Hau da hau!, Goenkale o el papel de Franco en la serie Cuéntame, entre otros.
En el apartado musical, colabora desde hace más de una década con la Banda Municipal de Bilbao para el concierto del lunes de Carnaval y recuerda entre risas como desde hace treinta años el día de Santiago “el grupo Los cantamañanas salimos a cantar Las mañanitas a nuestras amigas”. Pero, sin duda, alguna guarda con especial cariño la última actuación del pasado 10 de octubre. No en vano, 2.500 personas abarrotaron el Palacio Euskalduna para presenciar la actuación de Patxi junto a la bilbaina Noa Lur, una de las mejores voces jóvenes del jazz europeo. “Ha sido mi mayor éxito personal delante del público”, rememora emocionado.
En lo que al teatro se refiere, su última experiencia fue hace cuatro años con A fuego lento de Glu Glu Producciones y la primera intervención profesional fue hace trece años con la compañía Hika, creadora de Txarriboda, con el espectáculo Seda. Le siguieron, entre otros espectáculos, dos de Tanttaka Teatroa: La mano del emigrante y El florido pensil, “con el que estuve cuatro años dando vueltas por toda España y América con cientos de representaciones”, apuntó satisfecho.
Tras el estreno de Txarriboda en Rentería en enero y en marzo se representó la versión en castellano en la feria de Teatro de Donostia con el título de El bodorrio, Patxi volverá a subirse al Zornotza Aretoa el día 20 a las 20.15 horas con la versión en euskera. Reconociendo que “todavía no se me quita el hormigueo del estomago cada vez que actúo”, será el decimoquinto pase de un espectáculo que narra una boda convencional en la que ocurren dos acontecimientos que hacen que la ceremonia se venga abajo. Con seis actores en el escenario, la historia se cuenta en formato de cabaret, con canciones, bailes, humor y drama de por medio. “Soy el abuelo del grupo y esta experiencia me ha rejuvenecido. Estaba un poco oxidado después de años sin hacer teatro y ha sido un reto volver al escenario y más aún teniendo en cuenta el nivel de los compañeros”, reconoce.