Lumentza, el tesoro de los que están por nacer
Conocido como Kalbaridxue por los lekeitiarras, este monte de 115 metros ofrece una espectacular vista de toda la villa
EL inicio de la nueva estación provoca nuevas sensaciones e invita a descubrir nuevos rincones de Euskadi. Uno de los grupos que más afición tiene a esta actividad es el de los senderistas, que a pesar del polen y el sirimiri que se nota en el ambiente, no dudan en realizar rutas por conocidos recorridos o por buscar nuevos puntos para disfrutar. La costa vizcaina guarda espacios por explorar y uno de ellos es el monte Lumentza, en Lekeitio. A este punto de 115 metros de altitud, los vecinos de la villa le denominan Kalbaridxue.
Para llegar a la cima del incomparable marco es necesario partir desde la iglesia de la villa subiendo la cuesta en la que se encuentra el portal de la Virgen Dolorosa, punto donde comienza el Vía Crucis. Y precisamente las cruces son las que marcan la ruta a seguir ya que hasta hollar la cumbre hay doce en el recorrido.
El asfalto se va quedando atrás y la brisa del mar se conjuga con el aire del monte para continuar un camino marcado en amarillo y blanco. La tercera cruz del recorrido sitúa al antiguo depósito de aguas de Lekeitio y ahí llega la disyuntiva. ¿Continuar hacia la cueva de Lumentza o hacia la cima? La segunda opción gana con el objetivo de disfrutar del otro paraje en la bajada.
Una flora de laureles y encinares rodea la senda de un camino trazado de roca caliza. Hace unos años hubo un intento de ampliar el recorrido para que pudieran circular los vehículos pero los montañeros lucharon para preservar un espacio único, para que la esencia de Lumentza se mantuviera viva. “Este monte no es nuestro, pertenece a los que aún están por nacer. No lo olvidemos nunca”, subraya Unai Fernández, responsable de Lumentza Mendi Taldea.
Una vez en la cima, tres cruces indican al senderista que ya ha llegado a lo más alto, a un mirador inigualable de la belleza de Lekeitio. Durante las Guerras Carlistas, este punto fue el lugar en el que se emplazaban los cañones contra el enemigo. Pero ahora ha cambiado mucho su función y desde ahí se pueden observar las localidades de Ispaster y Mendexa así como una magnífica panorámica del Golfo de Bizkaia.
La cueva Si la cima conquista al montañero, la cueva no se queda atrás. Y la ruta hacia este enclave permite conocer otros rincones incomparables. La gruta se encuentra ubicada a 70 metros de altitud, en un paraje denominado Kakueta, aunque popularmente toma el nombre de Garratxa. Este punto fue descubierto por José Miguel Barandiaran en 1921 y en su interior halló una gran variedad de instrumentos óseos decorados y piezas de arte mueble datadas desde el Paleolítico hasta la Romanización.
Diez, nueve, ocho... la cuenta atrás para volver al punto de partida ha comenzado. Ha llegado el momento de regresar al centro de Lekeitio tras admirar la villa desde una mirada desconocida.