Bilbao - Ni proceden de la última hornada de Digipen, ni pagan sus hipotecas desarrollando videojuegos. Y, sin embargo, PlayStation ha puesto su atención en los creadores de Crevice y Main Coop, dos estudios vizcainos independientes compuestos por aficionados, a los que este año se les brinda la oportunidad de desarrollar su juego electrónico en la sede de la sociedad foral Beaz. Al final de la II edición de PlayStation Talents Games Camp Bilbao el objetivo será que estas incipientes compañías puedan comercializar sus videojuegos bajo el nombre de una enseña internacional, concretamente para laconsola PlayStation 4. “Sabemos que el juego va a salir, no lo hemos soñado”, afirmaba ayer con una sonrisa Jasone Irastorza, guionista de Sumersed, videojuego que producirá Main Coop.

Pensada para un público mayor de edad, la ambientación se basa en un paramédico que debe sumergirse en un rescate en una plataforma marítima. “Está pensado para que pienses que realmente estás en un entorno hostil, es una película llevada a juego”, relata Irastorza, guionista de la historia que, curiosamente, nunca había pensado dedicarse a los videojuegos. “Siempre había escrito, así que comencé con un guion y poco a poco fui aprendiendo pequeñas pinceladas de informática”, comenta esta trabajadora de asistencia en carretera de 37 años, que siempre ha sido fanática de los juegos de consola.

A su lado, también más cerca de haberse criado con juegos de arcade como Pacman, Víctor Aki Barañano, reconoce que son “de la vieja escuela”. A pesar de haberse formado como Ingeniero, este productor se dedica a poner música a los videojuegos. En este caso por partida doble, ya que se encargará de poner la melodía a Sumersed y a Waves Out, la creación de Crevice. “Representan casi dos polos opuestos”, reconoce sobre estas dos producciones, la segunda de las cuales nació en una game jam -un encuentro de desarrolladores para crear un videojuego en un breve periodo de tiempo- en la que se juntaron “seis desemparejados que querían hacer juegos”.

Víctor Barañano, de 44 años, considera que el sector de los videojuegos es arriesgado: “No sabes si va a funcionar”. Por ello, indica que gran parte del equipo tiene un oficio ajeno a este mundo, de donde consiguen el know-how, como dice él, o el saber hacer. En su caso, aplica su conocimiento musical tanto a Sumersed como a Waves out, un juego de acción competitiva en el que “hay que hacer tantos con las bolas y machacar al contrario”. Este segundo juego, además, es apto para todos los públicos.

Sin poder dedicarse en exclusiva a ello, encontrar el momento para trabajar es complicado. “Quitamos horas al sueño”, asegura Jasone Irastorza, quien señala que uno de los miembros de su estudio incluso ha pedido una excedencia. “Parte del equipo se reúne aquí, otros están deslocalizados”, admite el ingeniero vizcaino. Aunque el desarrollo de estos juegos no les supone ningún incentivo económico, reconocen que trabajar bajo el paraguas de PlayStation, que les ofrece todos sus recursos disponibles, no tiene precio. “Queremos ser desarrolladores de videojuegos, formar una empresa y pagar nóminas”, asevera Barañano sobre sus planes de futuro. “Y que realmente haya un sector en Bizkaia, porque a día de hoy hay tres estudios”, puntualiza Irastorza.

Primera edición Durante la rueda de prensa, además, se presentaron otros dos juegos: Dynasty Feud de Kaia Studios e Inglorious de Conven Arts, resultado de la I edición del Play Station Camp Bilbao en la que la media de edad de los creadores era más baja. “Lanzamos el videojuego en diciembre”, explicó Eneko Egiluz, que terminó sus estudios en Digipen en 2015, sobre Dynasty Feud. “Es un juego clásico de lucha, de aspecto visual retro y en dos dimensiones”, describió el creador. También está basado en la lucha Inglorious. Según relato el desarrollador Raúl Vázquez, “es un juego de competición indirecta en el que hay que fastidiar al contrincante”.

Aunque se presentaron más de dos proyectos, Roberto Yeste, responsable de desarrollo local en Sony Interactive Entertainment Iberia -grupo al que pertenece PlayStation-, aseguró que han elegido a los mejores. “El Games Camp es una iniciativa única y pionera en el mundo”, destacó el representante, quien señaló que al año producen más de 50 videojuegos a nivel estatal. Jon Cortazar, jefe de producción en el Games Camp Bilbao y fundador de Relevo Videogames, también destacó el programa: “No digo que ahora sea fácil, sino que hay más herramientas”. Además, Ainara Basurko, directora general de Beaz, señaló la importancia del “ecosistema en el ámbito de los videojuegos” en el territorio, donde se han apoyado 27 proyectos con dinero foral. En ese sentido, animó a los participantes a “que los productos vayan adquiriendo forma de empresa”.