Bilbao - Toda la CAV ha amanecido blanca pero, ¿cuánto ha nevado?
-Ha habido zonas con 10 centímetros, otras con 20, 30... Pero ha sido una nevada muy concentrada en el tiempo, de cinco horas; muy copiosa; muy eficiente, y muy espectacular porque desde la Rioja Alavesa hasta Iparralde ha cubierto todo Euskal Herria con un manto de nieve. Ha sido muy homogénea en ese sentido.
Se habla de la mayor nevada en 33 años. ¿Es así?
-Así como de lluvia o viento hay registros más precisos, es bastante complicado comparar nevadas. Todos tenemos en la memoria aquella nevada del 85, con la gente esquiando por la calle; yo creo que nuestros hijos recordarán esta. Ha sido espectacular, porque ha habido mucha nieve en poco tiempo y ha nevado mucho en toda la costa, desde Biarritz hasta Cantabria.
¿Entre qué horas ha nevado?
-En la costa, de cinco a diez, aunque a mediodía ha caído algo en el interior de Gipuzkoa, en el Pirineo...
Las previsiones, esta vez, sí se han cumplido.
-Era una situación bastante predecible. Ha habido otras nevadas más difíciles, como la del Día de Reyes. Una nevada es un pastel con tres ingredientes: hace falta que haga frío, en torno a los 0oC, sobre todo en la atmósfera, más que la temperatura superficial; inestabilidad en la atmósfera, movimientos verticales de aire, no un típico día de cielo raso, y la humedad. Y es muy complicado predecir tres factores.
¿Y en esta ocasión se cumplían?
-Sí. Las temperaturas bajas nos la garantizaba el aire frío de Siberia, que ha ido llegando desde Europa. Y el activador ha sido un frente que llegaba desde el Atlántico, más húmedo y más cálido. La clave ha sido ese choque. Sin este último, hubiéramos seguido como el martes, mucho frío pero sin precipitación. Sin el primero, tampoco hubiera nevado. Es lo que se prevé para los próximos días.
¿Qué ocurrirá?
-Llegarán frentes, dejarán algo de lluvia... Pero para este jueves tendremos ya 15ºC. Es una cosa muy rara, vamos a tener una variación enorme. Para el viernes no va a quedar nada de nieve, salvo en zonas altas como el Gorbea.
No es muy habitual que nieve a nivel del mar.
-Cuanta más fría es la situación, más posibilidad de que nieve. Aquí las masas de aire frío llegan del Cantábrico, que está más caliente, en torno a 11o, y se templan. Por eso suele nevar más en la costa de Gipuzkoa que en la de Bizkaia; las masas que llegan de Francia tiene menos recorrido marítimo. Falta el factor frío, porque humedad e inestabilidad nos sobran. Y esta vez hemos tenido el aire frío asegurado.
¿De dónde venía esa masa de frío siberiano?
-Los inviernos muy suaves suelen tener un vórtice polar, que es un torbellino que gira alrededor del Ártico, muy activo y muy potente, y que impide que el aire frío se escape. Es lo que ocurrió el año pasado y el anterior. Cuando ese vórtice se divide en dos partes, permite que el aire descienda a Europa y Estados Unidos. Diciembre y enero fueron muy fríos en Estados Unidos y este mes ha tocado en Europa. Hacía por lo menos cinco inviernos que no se veía una masa de aire tan frío, no es habitual; en la llanura del Rhin o del Danubio, Alemania o República Checa, han estado a 12oC bajo cero, una temperatura bajísima. Ha sido una masa de aire gélida que será recordada.
Que choquen dos frentes así, ¿es algo habitual?
-Esa forma de nevar, provocado por un frente cálido que llega de la península, es más típico en Burgos, en León, en Catalunya... Ha sido una nevada de libro por la conjunción de los tres ingredientes, pero esas situaciones no suelen dejar nieve en Euskadi. De las últimas quince, ninguna ha sido por frente cálido, sobre todo en la costa; es muy raro, yo no recuerdo ninguna.
¿Por qué no suele ocurrir aquí?
-Porque tiene que hacer mucho frío; la masa de aire frío anterior tiene que ser gélida para que te compense la que te trae la humedad. Y ese frente cálido es también el que va a traer las temperaturas tan altas para los próximos días.
¿Por qué ha cuajado? A muchos nos ha sorprendido el espesor.
-Si hace frío, va a cuajar. Y ha nevado mucho; no ha parado en cinco horas.
¡Mucho tiempo!
-El frente cálido y húmedo tenía un avance muy lento; el martes estaba por Toledo, llegando a Madrid... Desde que ha empezado a nevar hasta que ha parado es lo que ha tardado en pasar ese frente.
Ahora ha nevado pero llevamos un invierno de frío, de lluvia...
-Está siendo un invierno larguísimo; hemos duplicado los registros de lluvia habituales. Y empezó prontísimo; el 1 de diciembre ya teníamos nieve a 500 metros. Hacía muchos inviernos que no nevaba tan pronto... Y esta nevada ha sido la guinda. Los que nos dedicamos a esto consideramos que un invierno no está completo hasta que nieva a nivel de mar; este año se ha cumplido, porque llevábamos bastantes inviernos sin nevar en la costa. A corto plazo no se ve nada, hay mucho viento sur, pero yo no tengo claro que esto haya terminado.