Bilbao - Los taxistas temen una “avalancha” de licencias de vehículos de arrendamiento con conductor (VTC) tipo Uber después de que una sentencia del Tribunal Supremo obligue a la Diputación Foral de Bizkaia a tramitar diez licencias de este tipo que denegó en 2015 a una empresa. El fallo, advierten, sienta un precedente para las más de 200 autorizaciones solicitadas entre 2013 y 2015 en Bizkaia, que la institución foral deberá conceder si cumplen los requisitos necesarios. “Podría pasar de una treintena de vehículos de este tipo a 250. Una proporción de una cada cuatro licencias de taxi. Van a destrozar el sector”, lamenta el presidente de Radio Taxi Bilbao, Borja Musons.
El Tribunal Supremo acaba de emitir una sentencia, firme, que obliga a la Diputación a tramitar diez licencias VTC de una empresa que había denegado en marzo de 2015. Desde 2013 y hasta noviembre de ese año, se produjo una especie de vacío legal que fue aprovechado para que la solicitud de licencias se disparase hasta las más de 200. “Antes se habían ido pidiendo algunas pero nunca a ese ritmo”, explica Musons. Ese espacio de tiempo fue el que discurrió entre la ley para regular el sector que emitió el Gobierno del PP -en 2009 Zapatero las dejó fuera de regulación-, que establecía un máximo de una licencia VTC por cada treinta de taxis, y el momento en que el reglamento entró en vigor. “Es algo que no solo sucedió en Bizkaia, sino que fue algo general. Las diputaciones se opusieron porque la avalancha de peticiones que les llegaron fue una barbaridad”, rememora. Solo en el territorio, calcula que se pidieron más de 200, en un sector en el que actualmente apenas existen una veintena de licencias.
Musons criticó además que muchas de ellas fueron solicitadas “exclusivamente” para especular con ellas. “Desde la ley hasta el reglamento hubo mucha gente oportunista que vio la posibilidad de pedir unas autorizaciones, que en ese momento estaban completamente liberalizadas y que más tarde iban a ser prácticamente imposibles de conseguir”, explica. ¿El resultado? “Un auténtico pelotazo, un fraude de ley”, responde el presidente de los taxistas bilbainos. “Licencias que se compraron por 30 o 50 euros ahora las venden por 100.000”.
La sentencia abre la puerta a que la Diputación tenga que tramitar todas las autorizaciones solicitadas en ese periodo y, si cumplen los requisitos, otorgarlas. “Va a destrozar el sector del taxi, que todavía no ha levantado la cabeza tras la crisis. No hay mercado para todos. Además, ese tipo de vehículos elimina los derechos de los usuarios”, advierte Musons. Los taxistas también piden a las instituciones que las licencias “no se puedan transferir en dos años”.