Vecinos de Abando se reúnen hoy con ediles de Bilbao por el ruido nocturno
Uribitarte Anaitasuna presentará un informe para probar la contaminación acústica que sufren
Bilbao - Vecinos del barrio de Abando se reunirán hoy con responsables del Ayuntamiento de Bilbao para tratar los problemas derivados del ocio nocturno. Su objetivo es visibilizar y, sobre todo, demostrar la contaminación acústica que padecen cada jueves, viernes, sábado y víspera de festivo debido a la práctica del botellón y a la alta concentración de personas fuera de locales. Para ello, la asociación Uribitarte Anaitasuna presentará un informe con datos extraídos de las mediciones realizadas por seis sonógrafos instalados en octubre en viviendas ubicadas en diferentes calles del barrio.
A falta de datos concluyentes, según las primeras conclusiones del análisis realizado por la empresa Noismart, pionera en dispositivos para el control acústico, el umbral de decibelios permitidos por la normativa municipal en horario nocturno -30 decibelios en el interior de una vivienda- se supera en numerosas ocasiones en el barrio de Abando. Concretamente, la asociación mostrará ejemplos como los más de 55 decibelios que se alcanzaron en la calle San Vicente durante el 80% de la noche del 19 de octubre. De esa forma, representantes de Uribitarte Anaitasuna se reunirán hoy con Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad; Inés Ibáñez de Maeztu, concejala delegada de Movilidad y Sostenibilidad, y Tomás del Hierro, concejal de Seguridad Ciudadana, a los que solicitarán la adopción de medidas contra el ruido.
Pese a tratarse de una asociación creada en 2015 para dar solución a problemas como la escasa iluminación en Uribitarte, el último año las actuaciones de Uribitarte Anaitasuna se han centrado en reivindicar su derecho al descanso. Además de una reunión mantenida en marzo con el alcalde Juan Mari Aburto para hacerle entrega de 1.484 firmas en las que solicitaban que se cumpliera la ordenanza de Espacio Público, en mayo presentaron tres propuestas en los presupuestos participativos: la instalación de sonómetros en el barrio, la integración de jóvenes a través del arte urbano y la realización de encuestas para conocer el impacto del ruido nocturno. Según revelan desde la asociación, ninguna de las iniciativas ha prosperado. Aunque las dos primeras propuestas pasaron a la fase de priorización, finalmente han sido desechadas.