Open House abre las puertas de Bilbao
El festival permitirá visitar 47 edificios los días 23 y 24. La ciudad acoge por primera vez esta iniciativa mundial
Bilbao - Será posible cruzar la ría por una galería perforada de cinco pisos bajo tierra o vislumbrar una panorámica con todos los puntos de vista la ciudad a más de 160 metros de altura. Desde el subsuelo hasta la bóveda celeste de la villa, ningún recoveco permanecerá oculto a la ciudadanía los días 23 y 24 de septiembre, fecha en la que Open House Bilbao permitirá conocer los entresijos de 47 edificios insignes. La celebración del festival cultural, que tendrá lugar por primera vez en la capital vizcaina, es la confirmación de que su transformación urbana es merecedora de pertenecer a un selecto club compuesto por solo 35 metrópolis internacionales.
“No todas las ciudades pueden formar parte de este evento internacional”, relata Jokin Santiago, director de Open House Bilbao. Según afirma este arquitecto, para poder acceder a la red, además de compartir los valores de la iniciativa, se debe cumplir una serie de parámetros en cuanto a la calidad urbanística. “Bilbao se suma a la iniciativa porque reúne los requisitos de interés arquitectónico y transformación urbana”, asegura Santiago, quien explica que este festival tiene su origen en Londres, donde se celebró por primera vez en 1992 de la mano de Victoria Thornton, quien estará presente en la primera edición bilbaina. Desde entonces, ciudades como Nueva York, Helsinki, Barcelona o Melbourne se han sumado a la iniciativa. Ahora es el turno de Bilbao.
“Este año hemos conseguido que participen 47 edificios de diferentes características, pero la intención es que el festival se arraigue y que en los próximos años vaya creciendo”, afirma el director de Open House Bilbao, quien afirma que partían de una lista con un centenar de construcciones. “La idea es abrir la ciudad durante un fin de semana, que los ciudadanos entiendan el valor del diseño y de la planificación urbana para que sean conscientes de que detrás de cada edificio hay una historia, una decisión”, afirma Santiago. De hecho, uno de los propósitos de la iniciativa consiste en que los ciudadanos “sean más capaces de tomar parte en los procesos de participación”, algo que “en urbanismo cada vez se da más”.
La forma de participar es sencilla. No hace falta inscribirse previamente. “Lo ideal es que previamente se visite la página web, para conocer el catálogo de edificio participantes y su horario de visitas”, señala el arquitecto. Cada uno de los edificios estará señalizado con una pegatina grande en el suelo, donde habrá un voluntario “que será el encargado de informar y controlar el acceso”. En grupos de unas 20 personas, se realizarán visitas de aproximadamente 20 minutos de duración. El horario del festival será de 10.00 a 20.00 horas el sábado y de 10.00 a 19.00 horas el domingo. “Dentro de esa franja horaria cada edificio ha definido, en función de su dinámica, cuándo podrá abrir”, indica el director de Open House Bilbao
Voluntariado Una de las características más singulares del festival es que es posible gracias al voluntariado. “Hay más de 250 personas que se han inscrito para participar en la organización de manera activa”, comenta Jokin Santiago. A través convenios de colaboración con la Universidad de Deusto o la UPV/EHU estudiantes de Arquitectura u otros grados se han sumado a la iniciativa. Pero no han sido los únicos. “Tenemos desde chavales de 16 hasta personas de 70 años que se han apuntado para ser guías de los edificios”, relata el director de Open House Bilbao, quien especifica que previamente recibirán formación. “La ciudadanía será la encargada de abrir los edificios de su propia ciudad”, afirma.
Los voluntarios deberán asimilar en enfoque ideado para esta primera edición del festival, que pretende poner en valor tres etapas arquitectónicas de la ciudad vinculadas a momentos históricos clave. La época más tradicional, bajo la etiqueta de Bilbao comercial (1300-1879), existen edificios como el Palacio John en el Casco Viejo. La segunda época, la que corresponde a la Bilbao industrial (1876-1983), engloba edificios de la burguesía bilbaina como el Palacio Chávarri o el Palacio Olabarri, además de edificios de viviendas de aquel periodo. Finalmente, el Bilbao de los servicios y la cultura (1983-2017) se refleja en edificaciones modernas como la Torre Iberdrola o el estadio de San Mamés. “La intención es mostrar la evolución de Bilbao en estas tres épocas a través de su arquitectura”, explica Santiago, quien concreta que las temáticas podrán ir variando cada año “o incluso se hará especial énfasis en un tipo de arquitectura”.