Bilbao - Con el código postal de su Urduliz tatuado en la mano, Novato suelta plena por escenarios de todo el Estado y América. De su peculiar garganta lo mismo sale un falsete que un rugido. Siempre a ritmo de dancehall.
¿Nunca se quitará la L de Novato?
-El concepto de Novato me gusta porque siempre se es novato. Es algo que no me quiero quitar. Sí, en cuanto a mi posición en el género, pero me gusta ser Novato con ese punto de humildad. Siempre hay que aprender cosas nuevas.
Una canción suya dice ‘Eusko gudari en el micrófono, represento a mi tierra, cómo no’. ¿Fuera se cambia la gorra por la txapela?
-No tengo ningún problema en decir que soy de Urduliz, que soy de Bilbao. Cuando estoy en León, en Córdoba o en México llevo muy alto que soy de Euskal Herria.
¿Fuera valoran el dancehall vasco?
-Mucho. Se valora porque ahora mismo hay una cantera en Bilbao acojonante. Hay media docena de artistas que, a parte de ser fresquísimos, están haciendo música muy buena.
Al dancehall, como al reguetón, le persigue la sombra del machismo. ¿Cómo tratan a las mujeres sus canciones?
-Yo me he hecho un romántico. He sido muy rudo en cuanto a líricas muy explícitas y sexuales. Eso se confunde mucho con el machismo. Hay canciones de los Rolling que dan miedo escuchar a nivel sexual. Ahora hay mujeres artistas que están haciendo ese tipo de letras. Líricas iguales, pero con chicos: ven aquí, fóllame? Creo que ese tema del machismo en las letras está sobredimensionado. Al diseccionar una canción ves que no hay machismo por cantar quiero verte mover el culo. Todos tenemos, además, muchas ganas de que nos lo digan. Si eso se lo digo yo a mi mujer? ¡y ella a mí! Deberíamos pisar más Latinoamérica para entender de una manera más fluida el sexo y lo que se le puede decir sexualmente a un hombre y a una mujer en una canción.
En su disco incluso hay un tema dedicado a su madre?
-Thunder Clap Music, de Bilbao, me mandó un ritmo con un saxofonista bilbaino, Charles Cooper, que me llenó tanto que pensé que tenía que hacer algo que tuviese un mensaje fuerte. Y le escribí un tema a mi ama.
¿En qué se diferencia ‘Poco a poco’ de sus discos anteriores?
-Es un álbum que me lo he producido entero, salvo un tema. Las líricas son mías, el diseño es mío, las mezclas son mías? Cogí el disco con calma y tiene líricas más comprometidas y cuidadas para la juventud.
¿Para dedicarse al dancehall hay que ser malote o con el postureo es suficiente?
-La idea de postureo que tiene la gente a mí me parece moda. Los del rap, los del rock? Todo me parece postureo y cierto postureo me gusta. Pero delante de su madre todos son de otra manera. El político, el que canta? Todos cambian cuando su madre les pone las alubias en el plato. Me gusta ver el rollo de Springsteen, pero no es así cuando se pone el pijama.
Hay un nuevo disco en octubre...
-Va a ser mi disco más comercial. Es duro decirlo. Me apetece relajarme, gritar menos? Le ha encantado a la gente que no es del género.
¿Teme a los puristas del dancehall?
-No, porque les va a gustar a sus novias.
cantante de dancehall