Bilbao - No es fácil ser propietario de un perro catalogado como Perros Potencialmente Peligrosos (PPP), ¿no?
-No es nada fácil.
¿Por qué?
-Porque existe una ley que, lejos de ayudar a eliminar los estigmas, lo que hace es fomentarlos mucho más y desproteger a los animales.
Explíquese.
-Tenemos una ley que es una verdadera condena para los dueños de los perros y para los propios animales; la ley no protege y, por si fuera poco, no está fundamentada en una base científica.
Pero los perros catalogados como PPP son peligrosos.
-¿Por qué? ¿Quién lo dice? No existe un estudio que lo diga. No en todas las comunidades son considerados peligrosos las mismas razas de perros. En Euskadi, la lista está formada por 8, mientras que en Galicia son 16. En segundo lugar, todos los perros muerden. Yo no voy a decir jamás: “Mi perra es muy buena y solo sabe amar”. Pero si usted va paseando por un parque y ve a una persona con su perro atado y con bozal, ¿qué piensa?
Que el perro puede atacar.
-Eso es. Realmente todos los perros muerden. Lo que pasa es que hay razas que tienen esa imagen de peligrosas y es muy complicado eliminarla. Y si encima hay una ley que te obliga a ir así, atado y con bozal...
Y si no lo lleva atado y con bozal, ¿qué le ocurre?
-Multa. Y no te creas que son multas pequeñas, no. A partir de 750 euros. A eso hay que sumarle que por cada miembro de la familia -no por perro- que vaya a pasearlo hay que sacarse una licencia que puede llegar a costar hasta los 300 euros. Además hay que pasar un test psicológico, que no pregunta nada sobre el conocimiento sobre la raza, y sacarse un seguro.
Vamos, que barato no sale.
-De barato nada. Y como haya alguien sin licencia, la multa es de 2.800 euros. Si te pillan con el perro suelto a las tres de la mañana en un parque, aunque no haya nadie, te ponen la multa igual. Aunque el perro sea un cachorro de cuatro meses.
Una ruina. Se ahorraría mucho más adoptando un chihuahua, por ejemplo.
-Ahí has dado en la clave. Eso es lo que fomenta la ley, que termines teniendo un perro que no quieres tener. Pero resulta que antes de esa ley, que se creó hace 18 años, ya teníamos esos perros y nos gustan. ¿Por qué tenemos que renunciar a ellos?
¿Qué criterios considera que debería contemplar la ley?
-Queremos una ley que proteja a las personas y que proteja a los perros, una ley modificada que juzgue hechos y no razas.
¿Cómo se llama su perro?
-Es una rottweiler, se llama Maiko y la rescaté con dos años de una perrera en la que estaba en una lista de sacrificio. Porque realmente esta ley lo que consigue es que los primeros perros que sean sacrificados sean los de estas razas porque tenerlos es muy costoso. Es realmente dramático.
¿Ha tenido alguna vez algún problema de agresividad con su perra?
-Nunca. Lleva en casa cuatro años y es una pocholada. Bueno, qué voy a decir yo, es mi perra. Viajo con ella, me la llevo de vacaciones, a restaurantes, montamos en tren... Hay gente que me ha dicho que soy una macarra.
¿Cómo?
-Sí, porque tengo una perra de una raza peligrosa. ¿Alguien piensa que el lehendakari Urkullu es un macarra porque tiene un pitbull? Es increíble, ¿verdad? Pero así es.
El responsable del animal es su propietario.
-Por su puesto. Eso no lo pone en duda nadie.
A quienes tienen interiorizado que estas razas son potencialmente peligrosas. ¿qué les diría?
-Entiendo que el estigma social y los prejuicios alimentan esta ley, al igual que entiendo que el miedo y la fobia a los perros es libre.
En la generalidad está el error.
-Así es. Al igual que no todos los labradores retriever son aptos como perros guía, ni todos los pastores alemanes son Rintintín, no todos los pitbull se utilizan para peleas. ¿Que hay descerebrados que lo hacen? Claro, pero no nos puede condicionar a quienes solo queremos disfrutar de su compañía.