Txorierri, un valle con carácter
La Kultur Etxea de Sondika será el jueves el escenario de la ceremonia de entrega de los IX Hemendik Sariak 2016, un reconocimiento a la labor de personas, asociaciones y empresas que construyen esta comarca
ES un valle con carácter. Con una idiosincrasia propia que se ha forjado a lo largo de las décadas gracias a las manos que han trabajado y trabajan para que Txorierri sea lo que hoy día es. Tradición, cultura, empresa y tecnología conviven sin conflicto, con armonía. Y para que esto sea una realidad es necesario que las gentes que habitan en los pueblos de este valle arrimen el hombro día a día, con ilusión, con ganas. Y precisamente ese trabajo bien hecho es lo que cada año premian los DEIA Hemendik Sariak. Este año la entrega de estos galardones en Txorierri tendrá lugar el jueves a las 20.00 horas en la Kultur Etxea de Sondika. Ese será el punto de encuentro para rendir homenaje a personas, asociaciones y empresas que trabajan construyendo comarca.
Los que saben bien lo que es trabajar a pie de pueblo son los componentes de Gorantzaileak Dantza Taldea. Y es que, esta agrupación de Sondika tiene nada más y nada menos que medio siglo de trayectoria, 50 años poniendo ritmo a las fechas destacadas de Sondika y siendo elemento activo en la localidad tanto a nivel social como cultural. Los orígenes de Gorantzaileak Dantza Taldea hay que buscarlos en 1966, año en el que esta agrupación comienza su trayectoria bajo ese nombre. Pero realmente el germen está en sus predecesores, Garbinai, que surgieron dos años antes, en 1964, de la mano de un grupo de jóvenes de Sondika. La cuestión es que Gorantzaileak echó a andar generando una trayectoria repleta de vivencias y de gentes implicadas en el proyecto. Hoy día el grupo lo componen tres responsables y 80 dantzaris entre 4 y 32 años. Los locales parroquiales son su punto de encuentro para los ensayos. Gorantzaileak cuenta con la complicidad de otros grupos y músicos del pueblo y de la zona para poner en marcha sus iniciativas y sus dantzas en la calle. Este año, para celebrar tan destacada efeméride, organizaron todo un fin de semana de actividades, entre las que destacaron un encuentro de dantzaris y exdantzaris de la agrupación y la recreación de una euskal eskontza. Por toda esta trayectoria y su labor actual se harán con uno de estos premios.
Y también son merecedores de un Hemendik Saria, los boteros de Erandio, que día a día atraviesan la ría a bordo de su gasolino para unir las orillas de esta localidad con Barakaldo. Antonio Guerreiro y Oscar Suárez son quienes están al frente de Boteros del Nervión, y quienes trasladan cada día a aquellos que optan por este medio de transporte con solera para cruzar las aguas, en su mayoría trabajadores de empresas de la zona, de los astilleros o de pequeños comercios próximos a la ría. Tal y como narra Antonio, hubo un tiempo en el que este tipo de embarcaciones de pasajeros eran habituales en las aguas del Nervión; eran las épocas en las que la actividad industrial era intensa al borde de estas aguas. “Llegó a haber hasta 17 pasajes”, explica. Las Arenas, Lamiako, Lutxana, Zorrozaurre, Astrabudua, Olabeaga... Eran puntos desde los que los boteros prestaban servicio en aquellos tiempos pretéritos. Hoy día, tal y como explica Antonio, solo quedan los boteros de Portugalete y ellos. Por mantener vivo este oficio en las aguas de la ría, y prestar este servicio entre Erandio y Barakaldo, se merecen un galardón.
Un hotel implicado en el pueblo Y comarca adentro, más alejado de las aguas de la ría, trabaja también prestando servicio el Hotel Loiu, sito en esta localidad de Txorierri. Fue en abril del año 2000 cuando se puso en marcha este hotel que cuenta con la baza de estar muy bien comunicado, cerca del aeropuerto y de las principales carreteras de Bizkaia. Así pues, entre sus clientes figuran gente de empresas que recalan en la comarca por motivos de trabajo, pero también muchos que acuden para hacer turismo y conocer los encantos de Bizkaia y que encuentra en este hotel un buen punto de partida para sus excursiones. Además, este hotel cuenta con un restaurante y cafetería, punto de encuentro y servicio para los loiutarras que acuden en su día a día para tomar algo o celebrar sus eventos familiares o entre amigos. Tal y como destaca la directora del Hotel Loiu, Rocío Gómez, este establecimiento gusta de implicarse en la vida social y cultural de la localidad y contribuye a citas relevantes de la agenda local, como la mendi martxa, la concentración de vehículos clásicos o la cita motera del municipio. “Acompañamos al Ayuntamiento de Loiu y al pueblo en lo que podemos”, resalta Gómez. Toda esta labor bien se merece un premio.
Y si alguien tiene vocación de servicio, ese es Fernando Pérez, médico de atención primaria en el centro de salud de Zamudio. Fue en noviembre de 1991 cuando recaló en la localidad después de trabajar en otros municipios de Bizkaia. Han sido 25 años atendiendo a los zamudiotarras, una labor que Fernando ha desempeñado desde la cercanía, demostrando amor por su profesión y desde la implicación con sus pacientes. De este modo, se ha ganado el cariño de los vecinos de la localidad. “Me he sentido muy bien, muy feliz. Ha sido la etapa más feliz de mi vida profesional”, destaca. Ahora, está a apenas unos días de jubilarse y estas son jornadas de ir poco a poco despidiéndose de sus pacientes. Una muestra de la impronta que ha dejado este médico en Zamudio está en que en las fiestas de San Martín que celebra en este momento Zamudio, ha sido él el encargado del pregón y el txupinazo del inicio de las jaiak. Ahora Fernando inicia una nueva etapa, y entre sus planes figura el trabajar durante un año en alguno de los proyectos que tiene en el terreno Médicos sin Fronteras.
Dos décadas de fútbol sala Y en el capítulo deportivo, urge premiar al Club Deportivo Hegalariak, el club de fútbol sala de Sondika, ya que cumplen dos décadas de trayectoria. Fueron ellos los que consolidaron el fútbol sala en la localidad. Azul y negro son los colores de este club cuyos inicios hay que buscarlos a principios de los años 90, cuando un grupo de amigos comenzaron a tomar parte en un torneo de fútbol sala que se disputaba en la localidad. La cuestión es que este grupo de colegas tomaron parte durante unos años en esta cita logrando unos buenos resultados, así que decidieron dar un paso más en esta afición por el fútbol sala y se federaron en 1996, constituyendo el Club Deportivo Hegalariak. El C.D. Hegalariak alza su vuelo sobre la vida deportiva de Sondika, pero también se implica en la vida social de la localidad. Como ejemplo, en las fiestas patronales de San Juan, Hegalariak pone en marcha una txosna y organiza una quedada motera junto a Sondika Motor. Por otra parte, se han involucrado en las causas solidarias puestas en marcha en el municipio para recaudar fondos en pro de la investigación de la enfermedad Ataxia de Friedreich. Otra de las muestras de la implicación de esta agrupación deportiva está en que, cada año, organiza un campus para chavales en el que los más jóvenes disfrutan de talleres, juegos y deporte.
Y en esto del deporte, del secano, al agua de la mano de Lutxana Arraun Elkartea, un club erandiotarra que lleva décadas trabajando en pro del remo. Esta es una agrupación veterana que tiene su germen el Club de Remo Bilbao de cuya constitución existe un acta que data de 1930. La primera trainera de este club milita en la liga ARC, en el grupo 2, y está cosechando unos buenos resultados. No en vano, el año pasado quedaron octavos. Pero además, esta agrupación trabaja para impulsar entre los más jóvenes este deporte con tanto arraigo en las costas vascas. Así, con su labor, ha logrado que en los últimos años haya incrementado el número de chicos y chicas que se han sumado a las categorías base del club, chavales que van desde los 9 hasta los 17 años y que reman en alevín, infantil, cadete y juvenil. La igualdad en el deporte del remo es una de las apuestas fuertes de este club, una apuesta que se refleja no solo entre sus deportistas, sino también en los cargos directivos, ya que tanto la presidencia como la vicepresidencia la ostentan dos mujeres.
Y los que también impulsan el deporte, pero esta vez a un buen puñado de metros por encima del nivel del mar, son los componentes de Gailur Mendi Taldea de Lezama, que llevan nada más y nada menos que un cuarto de siglo fomentando el montañismo y el amor por la naturaleza. Hoy día este club de montaña cuenta con más de 200 socios, de los cuales un 60% aproximadamente son de Lezama. Pero son muchos los que se han unido a este proyecto desde otras localidades de Txorierri, de la vecina Uribe-Butroi, e incluso de Getxo o Bilbao. Mes tras mes ofrecen un programa de excursiones y salidas, -entre ellas las que impulsa en colaboración con la escuela de Lezama- y se han convertido en un agente muy activo dentro de la vida deportiva y social de la localidad, algo que está teniendo un especial reflejo en las actividades que están celebrando este año con motivo de su aniversario. Ahora, uno de sus retos es animar a los jóvenes a vincularse a este proyecto.
Muy cerquita, en la vecina Loiu, los que trabajan en pro del deporte, pero esta vez entre frontis y rebote, son los miembros de Loiuko Irtxan Euskal Pilota Kirol Elkartea. Este club cumple ahora diez años con el objetivo de dar un empuje en la localidad a la paleta, una disciplina deportiva que ya tenía fieles acólitos en Loiu. Hoy en día este club cuenta con 17 pelotaris federados de categoría senior con edades comprendidas entre los 18 y los 59 años. Además de fomentar este deporte, este club arrima el hombro en las actividades que se ponen en marcha en el pueblo. Así, por ejemplo, trabajaron como voluntarios en la Eternal Running que se ha celebrado este año en el municipio. Y el año pasado organizaron el primer Campeonato de Pala Corta del Loiu y que este año esperan repetir.
Y el que es santo y seña en el ámbito deportivo de su pueblo, es el Zamudio, un club de fútbol que ha tenido la satisfacción de celebrar el ascenso a la Segunda División B, una categoría más que exigente. Décadas lleva impulsando el fútbol en Zamudio este club que se fundó en el año 1943. Y a lo largo de todo este tiempo, han forjado no solo los mimbres de un primer equipo, sino de toda una cantera en los equipos base y escolares. En los últimos años este club ha hecho una firme apuesta por reforzar estas categorías inferiores. Bajo la enseña del Zamudio militan 13 equipos. Entre ellos uno de baloncesto y otro de fútbol sala. En lo que a fútbol se refiere, además del primero, hay un equipo juvenil que juega en la Segunda División Territorial, y un equipo cadete que se bate el cobre en la Segunda División Territorial a los que hay que sumar las categorías escolares. En total estos equipos de fútbol base aglutinan a 140 jóvenes deportistas de entre 5 y 18 años. Por su trayectoria, por toda esta labor y por su ascenso, se merecen un Hemendik Saria.
Txorierri es sinónimo de actividad empresarial, tecnología y motor económico. Una pieza esencial que contribuye a que eso sea así a través de la formación de profesionales, es Politeknika Ikastegia Txorierri, que nace en 1979 y que hoy es una cooperativa que actúa como agente promotor de su entorno, ofreciendo una oferta de enseñanzas de Bachillerato en la modalidad científico y tecnológico, así como ciclos formativos de grado medio y superior. Su labor está orientada al servicio de las empresas con objeto de mejorar su competitividad y apoyando el emprendizaje. Es una entidad comprometida con la formación integral y permanente de las personas y promueve el desarrollo de proyectos de innovación tecnológica y didáctica.
Una vida intensa Y si alguien se merece un premio es la vecina de Larrabetzu, Libe Asua, que acaba de cumplir cien años. Tanto su localidad natal, Galdakao, como la de adopción, Larrabetzu, le han dedicado sendos homenajes con motivo de tan destacado cumpleaños. Libe, con diez décadas ya sobre los hombros, no pierde ocasión para disfrutar de sus flores, para bajar al hogar del jubilado Gure Etxea a jugar a las cartas o para tejer. Y atesora una trayectoria vital intensa en la que ha sido vendejera en el mercado de La Ribera y en su barrio hizo las veces de partera, practicanta y telefonista.
En lo que ha empresa se refiere, uno de los galardones recaerá en West Rock, una Empresa de Artes Gráficas dedicada al diseño, fabricación y embalaje de productos en cartón. Con sede en Atlanta y presencia en 30 países, cuenta con una planta de producción en Zamudio donde trabajan 120 empleados. En 2016 se ha realizado una fuerte inversión en la planta de Zamudio de seis millones de euros en una máquina de impresión de última generación Heidelberg, y se han creado 15 nuevos puestos de trabajo.
Y otro de los Hemendik Saria va a recaer en el restaurante Motabarri de Erandio, junto al parque de Akarlanda. Se trata de un negocio familiar que cuenta ya con 24 años de trayectoria y cuyos fogones gestan una cocina tradicional. Menú del día, carta, barra de pintxos etc. son algunas de las propuestas de este local erandiotarra que tiene en sus sabrosas alubiadas uno de sus platos estrella.
También se va a llevar uno de los galardones el Grupo Ortasa Honda, que tiene instalaciones en Enekuri, y que es un grupo distribuidor único para Bizkaia de ocho marcas de automóviles: Porsche, Honda, Saab, Hyundai, Suzuki, Skoda, Subaru y Ssangyoung. Sus áreas de negocio son vehículo nuevo, de ocasión, recambios y accesorios, servicio postventa, mecánica y electricidad, y chapa y pintura, así como un departamento de financiación y seguros.