Barakaldo - El ambulatorio de Zuazo volverá hoy a la normalidad tras solucionar el reventón de una bajante que, desde el mediodía de ayer, hizo que la tercera y la cuarta planta del centro sanitario se llenasen de agua y que el equipamiento se quedase sin suministro eléctrico. Todo ello hizo que, desde el mediodía de ayer, el centro permaneciese cerrado, circunstancia que hoy no se dará ya que, salvo cuatro consultas -que serán reubicadas en otros locales del ambulatorio- el centro de salud funcionará con total normalidad desde primera hora de la mañana. “Prevemos que mañana -por hoy- trabajaremos en condiciones normales desde primera hora de la mañana. Esperamos que los análisis de sangre de las 08.00 horas se puedan hacer como es habitual, sin ninguna afección”, señaló Julen Ballestero, director gerente de la OSI Barakaldo-Sestao.
El de ayer era un día más en el ambulatorio de Zuazo. Todo marchaba con normalidad hasta que, sobre las 12.30 horas, se oyó un gran estruendo y, acto seguido, comenzó a brotar una gran cantidad de agua de la tercera y la cuarta planta del centro sanitario. “Se oyó un gran estruendo porque, al parecer, la bajante llevaba en esos momentos una gran cantidad de agua”, explicó Ballestero. Inmediatamente, tras ver lo que estaba ocurriendo, se procedió al desalojó de los pacientes que, en ese momento, estaban en el centro de salud. De este modo, en el caso de aquellas personas que precisaban una atención de mayor urgencia, fueron derivados al ambulatorio de Zaballa, mientras que en los casos que no requerían una atención inmediata se solicitó que fuesen al ambulatorio de Zuazo en el plazo de 24 o 48 horas.
Mientras todo eso ocurría, los operarios desplazados hasta el centro sanitario comenzaron a evaluar los daños y a buscar el origen del agua que seguía cayendo a chorro en las plantas tercera y cuarta del equipamiento. Una vez visto que tal cantidad de agua provenía de una de las bajantes que conduce las aguas de algunos colectores del edificio, los trabajadores comenzaron a trabajar contrarreloj en solucionar la avería. Para las 17.00 horas de ayer, la fuga de agua se había tapado y el suministro eléctrico ya funcionaba con normalidad en el ambulatorio. Todo ello fue vigilado hasta entrada la noche por un retén que certificó que el centro podía operar como es habitual.