Bilbao - No cualquiera que sepa hacer surf sirve para impartir clases, hace falta tener más conocimientos. “En la Federación exigimos que todos los monitores de surf tengan un título oficial con el que además de adquirir conocimientos sobre surf, obtengan competencias sobre psicología”, explica Floren Isla, presidente de Bizkaiko Surf Federazioa. Pone de ejemplo de ellos que en situaciones como “un niño se ha golpeado la boca y se ha roto los dientes” necesitan estar preparados y que no les entre “un ataque de nervios”. “Eso es tan importante como saber primeros auxilios”.

Asimismo, claro está que la experiencia haciendo surf también tiene su peso. Así lo demuestra la escuela Surf Eskola Sopelana, la última que se ha unido a la Federación a través de un club. Gorka Yarritu, conocido surfista con 33 años de experiencia a sus espaldas es su fundador, y como él mismo afirma, una de sus claves para ser la escuela con más demanda de Sopela “es la amplia experiencia de sus monitores”. Además, su dedicación es plena: “creo que nos diferencia de otras escuelas que nosotros estamos concienciados con enseñar a hacer surf, no como otras escuelas que también se dedican a enseñar otros deportes”, apunta.

En cuanto a su metodología, destaca que crean grupos pequeños, de un monitor por cada cuatro alumnos, para facilitar el completo desarrollo, y “acercarles al surf para que después se interesen en continuar, que es el objetivo con el que se creó la escuela”.

En verano la mayor demanda la tienen para los cursos de iniciación en la mayoría de alumnos son niños. En estos cursillo, Yarritu explica que normalmente la puesta en pie en la tabla suele tardar como una semana y que la gran clave es “no rendirse, intentarlo mil veces”. “El año pasado tuvimos a dos señoras de sesenta años, y aunque está claro que con la edad puede haber un cierto impedimento, ellas no cesaban en intentarlo”, explica a modo de ejemplo.

Durante el resto del año, el alumnado cambia bastante. Los diez grados que marcan la temperatura del agua en febrero no animan más que a la gente que quiere recibir clases de perfeccionamiento, que tienen como objetivo adentrarse en el surf más profesionalmente. Aunque Yarritu admite que al igual que ocurre para triunfar en muchos deportes de élite solo las ganas y la formación no valen ya que “el surf requiere un don especial, una cierta sensibilidad”. - I. Barcena