Es imposible imaginarse unas fiestas en Euskal Herria que no tengan su momento gastronómico, cuando no son varios. Y es que aquí se bebe bien y se come mejor. En este sentido, la plaza de Unkina de Usansolo se convirtió ayer en un gran restaurante para celebrar su segundo día de fiestas. El menú fue contundente: tortillas, paellas y flanes.

Unos platos que sirvieron de excusa para “juntarse y hacer de este día algo más especial”, señalaba Javi Iurrebaso, miembro del Txoko Umore Ona. Precisamente son los socios de este txoko los que organizan estos actos gastronómicos. “Siempre intentamos fomentar la cocina a la vez que se monta un ambiente buenísimo”, explicaba ayer.

Esta edición, la novedad ha sido el concurso de flanes, ya que desde el año pasado la organización ha incluido los postres también como plato de concurso. Pero eso sí, los postres venían cocinados desde las casas de los participantes. También aprovecharon para adelantar algunas de las opciones que se barajan para el año que viene: arroz con leche, tarta de manzana...

Sin embargo, las paellas y las tortillas se cocinaron en el sitio y a la hora. Desde primera hora de la mañana, jóvenes y no tan jóvenes se agolparon en la carpa de la plaza Unkina y en el frontón, los dos lugares donde se cocinaban tanto las tortillas, como los arroces.

En total, fueron 24 los flanes presentados, veintitrés tortillas y veintidós paellas. De carne, de marisco, con verduras, había arroces para todos los gustos. Pero primero había que puntuar los flanes. Para ello, el jurado estuvo formado por Delfi Mena e Isabel González, dos mujeres del hogar del jubilado Gure Etxea. Después llegó la hora de las tortillas y las paellas y, para esta cata el jurado estuvo compuesto por los miembros del txoko y José Antonio Agirre e Iñaki Rementeria.

LAS CUADRILLAS Pero ayer se trataba de disfrutar más que de ganar. El ambiente inmejorable estuvo acompañado por un sol de justicia, eso ayudó también a que la gente se animara a participar y a acercarse hasta la plaza Unkina a disfrutar de los aromas, los colores, los sabores y de la gente. Entre todos ellos estaba la cuadrilla Txandapa. “Ya hemos participado en más ocasiones, lo pasamos muy bien”, comentaba Antonio Hidalgo, el chef de la cuadrilla.

A su lado se encontraban entre otros María San Salvador y Beñat Aurrekoetxea. “Le hemos puesto un poco de todo”, decían. Pero su ingrediente secreto sin duda, fueron los hongos. Rodeados de sillas, latas, chorizo y queso se encontraban Javi Olabarrieta, Miguel Pérez, Quique Fernández y Eder Olabarrieta. Estos se decantaron por una paellas típica de carne. Pero “sobre todo hemos venido a pasar un buen rato, es la primera vez que participamos”, aseguraban.

LA FIESTA CONTINÚA Si no falta la comida, en unas fiestas tampoco puede dejar de haber deporte y como no, música. Desde por la mañana comenzaron los campeonatos deportivos de fiestas. A las 10.00 de la mañana se celebraron dos campeonatos de pala en el frontón. Más tarde hubo tiempo para el frontenis. En el polideportivo, sin embargo, optaron por el baloncesto y el mini basket.

Después de comer, a las 16.00 horas, se celebraron varios partidos de pelota organizados por Usansoloko Esku Pilota Taldea. En la plaza Unkina también hubo tiempo para un deporte un poco más curioso. El lanzamiento de txapela. Hoy también será un día lleno de deporte. Habrá campeonatos de fútbol y de pelota. Además de ciclismo y triatlón.

En cuanto a la música, Zeinke se encargó de poner la nota potente por la noche, además del trikipoteoa y la romería a cargo de Haitzama. Hoy domingo también han hecho hueco a la música. Destaca la tamborrada de los txikis a las 18.00 horas, que será la antesala del final de las fiestas. Ya falta menos para las próximas fiestas de Usansolo, que serán en noviembre.