Berango - Dicen que en la vida hay que hacer tres cosas: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Pues bien, a pesar de su juventud, Clara Aguilar (Berango, 1994) acaba de cumplir el último de estos tres objetivos con la publicación de su primer libro de relatos cortos. “Llevo intentando escribir desde que tengo uso de corazón. La palabra escritora siempre me quedó demasiado grande, igual que la de musa. Por eso me considero como quien vuelca todo lo que ve, siente y vive sobre el papel”, se define.

Su inspiración surge de palabras que le vienen a la mente. “Pienso algo y de ahí surge una frase, una historia”, explica. “Como quien deja volar su imaginación y por una sola vez he decidido no encerrarla en el fondo de un cajón”, prosigue.

De la recopilación de todos estos pensamientos surge esta publicación que contiene 62 relatos. “Desde que empecé la carrera, hace cuatro años, guardo todo lo que escribo, tal y como nos dijo uno de los profesores”, señala.

Clara siempre había tenido vocación de veterinaria. Amante de los animales, una mala experiencia en un club hípico le hizo cambiar de opinión. “Pensé en lo que se me daba bien. Me gusta montar a caballo y también escribir. Por eso decidí hacer Periodismo”, relata.

Fruto de ese interés por la comunicación surge Viviendo en tu limbo, un libro romántico escrito por una autora que asegura “no serlo en absoluto”. “El título refleja ese estado de concentración mental en el que me sumerjo cuando escribo trasladado al lector que lo lee”, indica.

La temática del libro es eminentemente romántica y Clara traslada en él aspectos cotidianos de la vida. “Situaciones con las que se puede identificar todo el mundo”, expone.

Con experiencia en medios de comunicación, a pesar de estar a punto de terminar la carrera en al universidad Pontificia de Salamanca, debido a diversas prácticas laborales en prensa escrita, ahora le gustaría formarse en radio. “Me gustaría iniciarme en ese mundo. El año que viene, si hay suerte, haré un máster de radio en Madrid”, desvela.

Sin duda, ver el libro publicado supone una gran satisfacción personal. “Me puse en contacto con la editorial y, cuando un tiempo después me contestaron que me lo iban a publicar, fue todo un poco sorpresa”, describe.

“Mi especialidad son los relatos cortos, la poesía es mucho decir. Vivo entre el micro y el nano relato y espero que este pequeño retazo de mi vida, y puede que de la vuestra, sea capaz de moveros algo dentro”, resume en la contraportada.

Referentes Respecto al complicado mundo de la escritura, Clara tiene claro que, si pudiese, le gustaría “vivir de ello”. Sus referentes principales son tres. Son su fuente de inspiración y también con los que más disfruta devorando sus textos. “Me gusta mucho Carlos Ruiz Zafón, Arturo Pérez-Reverte y Sarah Lark -pseudónimo de Christiane Gohl-”, afirma. “Me encantan sus historias ambientadas en Nueva Zelanda”, agrega sobre esta última.

A sus 21 años, la vida universitaria fuera de casa le ha hecho madurar a pasos agigantados. También su experiencia en el extranjero. “Estuve un año de Erasmus en Roma”, señala. Igualmente recuerda el primer momento en que le dijo a su madre que se marchaba a estudiar fuera. “Pensaba que se me iba a hacer muy complicado estar lejos de casa”, rememora. Sin embargo, a pesar de la distancia, sus relatos les mantienen muy unidas. “Siempre me pide que le mande todo lo que escribo para ir leyéndolo”, explica.

Pero, sin duda, si hay algo que le apasione tanto o más que la escritura es montar a caballo. En su casa, en un enclave privilegiado de Berango, le esperan siempre sus dos yeguas. “Cuando puedo me gustar ir a pasear con ellas por el pueblo”, indica esta joven que permite galopar libremente su imaginación en busca de historias que contar.