Getxo - Los operarios ya trabajan en la Casa Tangora de cara a la rehabilitación del inmueble, en estado ruinoso, y a la creación de ocho viviendas de lujo, que ya están todas vendidas. Las obras de esta conocida mansión, de más de cien años de antigüedad, durarán aproximadamente veinte meses y respetarán los valores estéticos e históricos que posee el edificio.
La Casa Tangora se situó en el foco mediático hace años porque albergó el primer caso de acoso inmobiliario de Euskadi. El juez dictaminó en 2008 que uno de los dueños ofreció su parte de la propiedad a una familia por un alquiler simbólico de un euro para ejercer presión sobre los otros poseedores de la vivienda para ponerla en venta, algo a lo que ellos se negaban. Tras mucho tiempo deshabitada, finalmente, esos propietarios decidieron que la mansión cambiara de manos y también de características. El palacete que en la actualidad está dividido en tres partes pasará a estar fragmentado en ocho pisos de diferentes tamaños: bien de dos, tres o cuatro dormitorios. Es decir, que cada domicilio tendrá una superficie de entre 110 y 270 metros cuadrados. De ahí que el precio de adquisición haya oscilado entre los 450.000 y los 900.000 euros.
Las labores de reforma que ya han comenzado se realizarán manteniendo el aspecto exterior de la casa, ya que como sucede con muchas de las que se encuentran ubicadas en esta zona de Neguri y también de Algorta, tiene un grado de proyección que obliga a respetar su fisionomía. “Es un proceso que lleva implícito un componente muy alto de desafío que no solo se enfoca en el diseño; porque planteamos una auténtica rehabilitación energética”, aseguran los responsables de la rehabilitación, la empresa Eslora, junto con Foraster Arquitectos. “Proponemos no solo la rehabilitación y consolidación estructural del edificio, sino también la intervención en la envolvente térmica o fachada para aumentar su rendimiento energético. Se combinan las medidas pasivas, sin escatimar esfuerzos en el aislamiento de todos los elementos de la fachada y de los pisos entre sí, con medidas activas de eficiencia energética en las instalaciones”, agrega el proyecto.
Un edificio con peso histórico La Casa Tangora sumará con esta restauración un capítulo más a su trayectoria centenaria que comienza en el siglo XX. Entonces, las grandes familias de la industrialización vizcaina comenzaron a poblar de grandes viviendas unifamiliares el entorno de Bilbao y, más adelante, se extendieron hacia los antiguos pueblos de veraneo de la costa: Algorta, Las Arenas, Santurtzi y Portugalete. Es en este contexto de principios del siglo pasado, cuando se comienza a construir la Casa Tangora en el lugar conocido entonces como Chominchu. Originariamente, tuvo también las denominaciones de Palacio Goya y Palacio Castellana. Presentaba la composición clásica y serena de una villa palaciega familiar. A lo largo de los años sufrió importantes reformas a cargo de los arquitectos vizcainos Rafael de Garamendi Ordeñana, en 1923 y, posteriormente, M. Beascoa Arruti en 1946 hasta configurar su geometría actual.
Por otra parte, la conocida como Casa de la alcaldesa, en Neguri -llamada así porque fue residencia de Pilar Careaga, la única mujer que ha accedido al sillón del Ayuntamiento de Bilbao- fue adquirida por la inmobiliaria Engel & Völkers, “especialista en inmuebles de alto standing en los lugares más atractivos”, como la propia empresa se define en su web. A falta de conocer detalles sobre su rehabilitación -la mansión está ruinosa- y condiciones de venta, es probable que la propiedad también se divida en varios pisos.
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