LLEVAMOS muchos años trabajando juntas. Hay veces que una empieza la frase y la otra la termina”. Isabel Aliaga habla del Equipo Saisa, el que conforman Satur Peña y ella desde poco después de esos tiempos de cargar con todos los artilugios para ir a las clases de Bellas Artes. Esa era la época de pinceles y libros, de universidad y sueños que se agolpan para empezar a volar. Pero el calendario avanza y, hoy, estas dos mujeres son un más que consolidado tándem artístico. Y si se leen el pensamiento para acabar la una la frase de la otra, la sintonía es aún mayor sobre el papel en blanco, porque ambas, mano a mano, dan vida a cada uno de sus obras, de sus grabados. Son dos mitades. Las dos hacen una pieza.

Una muestra del trabajo del Equipo Saisa cuelga estos días de las paredes de la Sala Torrene de Algorta y permanecerá allí hasta el día 28 de este mes (11.00-13.00 y 17.00-20.00 de miércoles a viernes, 12.00-14.00 y 18.00-21.00 los sábados y 12.00-14.00 los domingos). Allí se puede ver expuesta, por ejemplo, el cuadro Alas rotas, que refleja perfectamente la forma de crear de estas artistas (Satur, getxotarra e Isabel, de Igorre). Una dibujó el ala de un ángel y su compañera, la otra. Además, esta pieza fue seleccionada para participar en el festival de Artes plásticas 2005, de la Diputación de Alicante. Y es que este binomio de pintoras se mueve para dejar su huella en exposiciones y concursos. De hecho, el Equipo Saisa ha conseguido cuatro galardones, una buena colección, entre los que destaca el Premio de Grabado Contemporáneo, de la Dirección General de la Mujer 2005 (de la Comunidad de Madrid). Gracias a ello, su Entente fue la imagen de los carteles y folletos que se editan con ocasión del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Sus otras obras premiadas han sido Fábulas, en el certamen de Sax, Alicante (2007); Solsticio de verano, que se alzó con el Premio de Grabado Ciudad de Lleida (2004) y el proyecto Guiños Mitológicos, que triunfó en Estampa 2004. Este último es una creación diferente que busca “trasladar el concepto de un cuadro a la tercera dimensión, ya que las obras se encuentran en las caras de varios cubos. Además, invitamos a los espectadores a subir y pasearse por los cubos de diferentes alturas, obligándoles a mirar hacia abajo, mostramos así la obra desde una perspectiva diferente a lo habitual y sentir las texturas en sus pies”, explican.

Grabados con toques Pero lo habitual es que el trabajo del Equipo Saisa sea de “grabados tradicionales que luego metemos en el taller y manipulamos; incluimos elementos externos como oro, los cosemos... Los hacemos nuestros”, considera Isabel. “En cada uno de los proyectos tratamos de mezclar diversas materias, tierra, minerales, madera, pigmentos...”, agrega.

La pareja artística plasma su talento en áreas temáticas. Así, cuentan con obras de libros, campanas, bosques... Además de una parte de cuadros elaborados con técnica digital.

Esta es la pasión de Isabel y Satur, la que araña tiempo a su reloj cuando no está en horario laboral, porque claro, “de esto no se vive”. Y los últimos años de crisis se han dibujado con colores oscuros. “Ahora se tiende a ayudar más a los menores de 30 años, tienen más campos abiertos que nosotras. No tenemos hueco, nos lo tenemos que hacer”, sentencia Isabel.