Gernika - Ya lo dijo el gran Marko Pollo durante la tradicional ceremonia de la subasta del queso ganador del concurso de Gernika: “Se ve que nadie ha venido con petrodólares”. Tenía más razón que un santo. La puja fue muy floja. Solo se llegó a los 3.700 euros por el medio queso, muy lejos de los 7.500 que se alcanzaron el año pasado y que fueron pagados por la misma persona que este. José Antonio Cubinos, dueño del restaurante Mendata Berria, de Bilbao, se llevó por tercer año consecutivo el queso premiado, elaborado por Jesús Ansola, del caserío Mausitxa de Elgoibar. Los dos estaban contentos. Uno, porque medio Gernika se enteró de que tiene “un gran restaurante” en la capital vizcaina, según palabras de Marko, y otro, porque “este premio abre más puertas”.

Marko subió con fuerza al escenario. “Este año vengo con más brío”, confesó antes de iniciar la subasta. Pero ni por esas. La primera subasta, la del queso que obtuvo el segundo premio en el concurso, de la quesería Goienetxe, de Mutriku, únicamente alcanzó los 300 euros, que los pagó otro personaje del pueblo, Xaibor, habitual de esta peculiar subasta. La puja por el queso ganador se inició en 500 euros y enseguida llegó a 1.000 gracias al restaurante Mendata Berria. A partir de ahí, fue subiendo poco a poco por los envites de los dueños de los restaurantes Porrue, de Bilbao; Zutargi, de Ondarroa, y Jatetxe Katxi, de Morga. Por mucho que Marko animase a la audiencia a “perder la vergüenza”, únicamente cuatro personas levantaron la mano para pujar. Así que el medio queso se quedó, pobremente, en los 3.700 euros, una cantidad que, tal y como recuerda todos los años el Ayuntamiento de Gernika, va destinada “a las personas mayores de la Residencia Calzada”.

Tres años El propio ganador de la subasta se mostraba sorprendido. “No sé lo que ha pasado este año”, decía, “pero la gente no ha pujado nada. No entiendo. Debe ser que no hay dinero”. Él sí lo tenía y estaba dispuesto a desembolsar más porque le ha cogido gusto a esta subasta. El año pasado ya dejó 7.500. Y es que José Antonio Cubinos nunca había estado en la feria de Gernika, pero hace tres años decidió acercarse con un buen fajo de billetes en el bolsillo para hacerse con el mejor queso de Idiazabal de la comarca. “Llevo tres años consecutivos ganándolo”, señalaba eufórico tras quedarse con la media pieza.

Secreto El queso había sido elaborado por el guipuzcoano Jesús Ansola, al que tampoco le sorprendía haber conseguido el primer premio. “Es la tercera vez que ganamos”, decía. Haciendo memoria, recordaba que en 2005 y 2007 consiguieron los segundos premios, y en 2009 y 2011, el primero. Entonces le preguntábamos cuál era el secreto para tanto éxito. “Ninguno”, contestaba tajante. “No hay secreto”, insistía, “y si alguien te lo dice es que está mintiendo porque todos los que hacemos este tipo de quesos tenemos un técnico, que es el mismo para todos; así que estamos en manos de él”. Pero algo habrá. La familia de Jesús lleva muchos años elaborando queso en el caserío Mausitxa. “Soy la séptima generación”, señalaba, orgulloso. Y ahora a seguir elaborando y vendiendo. En Bizkaia también, “donde tenemos mucha clientela”. Y a partir de ahora más porque “Gernika siempre te abre las puertas. Esto es publicidad”.