‘Gastronetas’ con carácter

Hace menos de tres meses que los académicos de la lengua que se dedican a tomar el pulso al habla del día a día optaron por el neologismo gastroneta para evitar un anglicismo que cada vez se usa más: food truck. La creciente tendencia de ferias gastronómicas con camionetas de comida que hacen las delicias incluso de los más sibaritas apremiaba la necesidad de buscar una alternativa para un concepto que no es tan neoyorquino como se podría pensar. Y si no que se lo pregunten a todos aquellos bilbainos que fueron clientes del representativo Salchichauto, ubicado en la calle Alameda Urquijo, allá por los 70.

Con reminiscencias de aquella época pasada, El Arenal bilbaino acoge desde ayer y hasta mañana el primer mercado de comida callejera bajo el nombre Amstel Bilboro Market. Un total de 27 puestos, la gran mayoría de ellos ubicados en gastronetas, invaden el paseo donde se puede degustar cocina de cualquier parte del mundo maridada con cerveza tostada. Iniciativas autóctonas -el 60% de ellas- comparten espacio con propuestas itinerantes llegadas desde otros puntos del Estado. “Es una idea que creemos que va a funcionar muy bien en Bilbao. Pretendemos que el mercado se celebre con carácter anual”, aseguró Sergio Pugnau, director territorial del Norte de Heineken, compañía a la que pertenece Amstel, promotora del mercado.

Transformar la idea preconcebida -en vías de extinción cuando se habla de camionetas homologadas- de que los alimentos que se sirven en la calle son comida basura es uno de los objetivos que se proponen muchos profesionales del sector. “Los controles de sanidad son muy estrictos, en Madrid ya existe una normativa al respecto”, explicaron desde la organización, haciendo referencia a Madreat, un mercado que comenzó a celebrarse en octubre de 2014 y desde entonces se celebra cada mes.

Asiduo a dicha feria es la gastroneta Feltman’s, de hot dogs y nachos. “A la gente le llaman mucho la atención este tipo de mercados”, explicó Mario Fernández, jefe de equipo, como interpretación al éxito de la feria madrileña. “Hemos reinventado el hot dog de calidad, con salchichas ahumadas en madera de haya y pan rústico”, indicó desde la gastroneta que habitualmente comparte espacio con otras 53 en Madrid y llega por primera vez a Bizkaia. Reincidente en el territorio es por el contrario Ingrid, una de las dueñas de Les delicies D’en Nil, gastroneta de tintes colombianos radicada en Girona. “A mediados de agosto estuve en la Food Truck Market que se celebró en Plentzia. Fue increíble, vendimos como si estuviéramos en Madrid”, relató la hostelera que despacha arepas, ceviche o patacón, entre otros muchos productos. Habitual en ferias gastronómicas, la colombiana aseguró que entre semana se dedica a preparar la materia prima que durante el fin de semana sirve en distintos puntos del Estado.

Además de otras propuestas exóticas como mexicanas o venezolanas, Bilboro Market cuenta con gran presencia de hosteleros autóctonos. “Intentamos mejorar cada cosa que nos demandan”, comentaban Lolo y José de Zurekin, local ubicado en la calle Diputación que estos días también va sobre ruedas. Entre su oferta gourmet destacan platos como la ensaladilla de jamón y bacon con vinagreta de piña al natural o la cazuelita de setas silvestres. Más tradicional es la propuesta de Las Cañitas de Briñas, habitual en este tipo de eventos, quienes ofrecen desde el típico talo con chorizo hasta la consagrada tortilla de patatas.

A la hora del aperitivo, el grupo de amigas getxotarra compuesto por Ana, Montse, Cristina, Ana y Beatriz aprovechaba para probar un surtido de todo un poco. “Tenemos una amiga que trabaja en una camioneta y nos ha parecido un buen plan”, indicaban. A pocos metros de distancia, Asier y Asier -dos compañeros de trabajo- hacían de anfitriones para sus homólogos londinenses, más habituados a comer en la calle, alrededor de una parrilla de carne. “Estamos en el descanso para la comida, aunque ahora no sabemos si podremos trabajar mucho”, bromeaban.

Maridaje de cerveza A nadie se le escapa la fuerte tradición gastronómica de Bilbao, sin embargo, el mercado gastronómico nace con la intención de reivindicar el pasado cervecero de la villa. “Bilboro Market pretende volver a implantar una tradición de los años 70, cuando los Jardines Iparralde de Bilbao acogían grandes celebraciones fruto de la herencia de la Antigua Cervecera de Basurto”, señaló Pugnau, sobre unos festejos en los que según expuso se servían hasta 22.000 litros de cerveza al día. Como padrino de la iniciativa, Iñaki Suárez, presidente de la Asociación de Sumilleres de Euskadi, expuso las virtudes de la Amstel Oro, cerveza tostada que se sirve en todas las gastronetas por ser patrocinadora. “Tiene un carácter casi icónico”, mostró a la vez que recordó la importancia del ritual de servicio para disfrutar de la cerveza en las condiciones óptimas.