Bilbao- Con sus manos es capaz de elaborar un puro habano de máxima calidad en menos de cinco minutos. Ayer lo pudieron comprobar los clientes y curiosos que entraron en el histórico estanco Alis de la calle Astarloa, junto a la Gran Vía. Hoy seguirá haciendo demostraciones y a partir de la semana que viene estará en otros estancos de localidades vizcainas.

¿Desde cuándo se dedica a elaborar puros?

-Desde los 20 años. Con esa edad entré en Alberto Mancitos Doble, una fábrica que está en Tagua, el municipio donde nací.

¿Tenía algún antecedente familiar de torcedor de puros?

-No. Me hice torcedora porque se montó un curso en la fábrica y me aceptaron. Estuve nueve meses en el plan de aprendizaje y al terminar me gradué como tabaquera, que es como se llama en Cuba a los torcedores.

¿En qué consiste su trabajo de torcedora o tabaquera?

-En hacer puros con mucho amor y calidad para el pueblo. Para mí es un orgullo que los puros que hago gusten a las personas.

¿Cómo se hace un buen puro?

-Con fortalezas muy buenas.

¿Qué son las fortalezas?

-Las hojas de tabaco. Hay cuatro tipos de fortaleza: el capote, el bolao, el seco y el ligero. Depende cómo se combinen las fortalezas se hace un tipo u otro de puro. Si un fumador quiere un tabaco fuerte se utiliza más el seco que el ligero.

¿Qué aporta cada una de esas hojas?

-El bolao es que le da la combustión al tabaco; el seco da el aroma y el ligero, el toque de sabor.

¿Qué es lo más importante a la hora de fabricar un puro?

-Lo más importante es la ligada que lleva el tabaco, la combinación de los diferente tipos de fortalezas. También es muy importante no violar el proceso técnico de elaboración.

¿Cuánto tiempo se tarda en hacer un puro?

-Depende del calibre de tabaco que se utilice, pero no más de cuatro a cinco minutos. En la fábrica hay torcedoras que hacen hasta 300 puros al día.

¿Usted fuma puros?

-No, yo fumo cigarros.

¿Hay que tragar el humo de los puros para saborearlo más y mejor?

-No. No hay por qué tragar el humo del tabaco. El sabor se queda en los labios.

¿Con qué combina mejor un puro?

-Pues con una copa de vino o de ron.

¿Sigue existiendo la costumbre de la lectura en voz alta en las fábricas de tabaco mientras trabajan?

-Sí, sí. Todavía tenemos un lector que nos lee la prensa y las novelas. Esa misma persona es la que también nos pone música.

¿Qué precio puede alcanzar un puro de gama alta?

-Eso no lo sé. Desconozco los precios que hay en Europa. En Cuba lo precios son asequibles. Allí se sigue manteniendo la costumbre de fumar puros.

¿Actualmente sigue trabajando como torcedora en la fábrica?

-No. Ahora estoy como supervisora en el control de calidad, pero también me dedico a enseñar en los cursos de aprendizaje. Eso es lo que más me gusta: enseñar.

¿Sigue siendo un oficio de hombres?

-No. Eso ha cambiado. En mi fábrica hay más mujeres torcedoras que hombres. En Cuba las mujeres trabajamos para ayudar al esposo porque allí los sueldos no son tal altos como aquí.

¿Conocía Bilbao?

-No. Es la primera vez que salgo de Cuba, y la gente de aquí me parece maravillosa, como en Cuba.