Igor Yebra y Amaya Uranga presentan la asociación benéfica La Gota de Leche
LA Gota de Leche fue el nombre dado a las instituciones creadas para remediar los problemas de desnutrición y alta mortalidad infantil en aquellas familias que no podían permitirse el lujo de tener nodriza, y cuyas madres no podían dar de mamar. Surgieron a finales del siglo XIX. La idea original de las gotas de leche procedía de Francia, donde el médico León Dufour había creado la primera Gota de Leche en 1894. En Bilbao hubo, cómo no, su particular Gota de Leche. Obraba el milagro de sujetar a la vida a los débiles y allá donde hoy se levanta el Hotel Silken Indautxu. Antes de entrar en él, hagamos un poco de memoria con la ayuda de las hemerotecas.
En 1927 una agresiva ley borraba de un plumazo la Beneficiencia Domiciliaria. Al parecer algunos ayuntamientos se habían lucrado con el dinero destinado a los servicios sociales y aunque no fue ese el caso de Bilbao, La Gota de Leche entró en problemas. Leamos El Noticiero Bilbaino de aquella época. “Nuestros niños, los lactantes desvalidos, nuestros pobres vergonzantes, los más pobres de todos los pobres van a perder el más recio seguro de vida que la caridad de Bilbao supo crearles y no puede mantener”...
Entremos ya en el hotel. Aquellos viejos tiempos pasaron pero no su espíritu. Al fin y al cabo, ayer se presentó en sociedad la asociación benéfica La Gota de Leche con Ygor Yebra como padrino y Amaya Uranga como madrina. Ninguno de ellos estuvo presente en la ceremonia de presentación aunque las actas de fundación llevaban su rúbrica y ambos recogieron de manera metafórica sus credenciales. Es más, la propia Amaya recibió, al filo de las 22.10 horas, un ramo de rosas rojas y blancas “de sus ahijados de Bilbao” en el Teatro Jovellanos de Gijón, donde actuaba. Para entonces, la puesta de largo ya volaba. Había recibido un cálido homenaje Luis Mateo, Luisito, una institución de la Misericordia y la Fundación Mikel Uriarte, con Chely González al frente, había entregado su generosa donación entre las actuaciones de la Coral Arroizpe, el cantautor Iñaki Basabe, el txistulari Mikel Bilbao y el mago Valentín Moro. Marino Montero ya había explicado que durante el tiempo de su fundación, la entidad no ha estado quieta. En cuatro años ha recaudado 70.000 euros para los más necesitados.
gente de buen corazón A la cita no faltó gente de buen corazón, desde Julio Piñeiro hasta Txelo Bringas, pasando por José Luis Salcedo, de Gran Gourmet, la directora de la Misericordia, Sofía Delgado; K-Toño Frade, Joseba Jauregi, Coral Olabarrieta, Boni García, Juncal García, Eduardo Gómez, la hermana de Amaya, Idoia Uranga; Marijo Villanueva, José María Amantes, Ana Muñoz, Sonia Sáenz de Buruaga, Carlos Pereira, Miguel Carvajal, Marta Gómez en nombre del hotel, Beatriz Marcos, Piru Azua, Estíbaliz Díaz de Lezana, Belén González, de la propia Meca; Azucena Mayo, Olga López, María Jesús Mares, Begoña González, Dune San Miguel, Javier Olabarria, Esther Isabel y toda una legión de gente entregada a un proyecto que ayer vivió la hora en que los sueños cobran vida.