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Las chicas de Getxo, al pie del frontón

El club de pala, formado por seis jugadoras federadas y 16 de la escuela, es ejemplo de promoción del deporte femenino

Las chicas de Getxo, al pie del frontón

TIENEN ilusión, un gran espíritu y muy buen humor. Les gusta lo que hacen. Se esfuerzan, se divierten y así dan vida al club de pala femenino de Getxo. “Somos de las jugadoras más mayores que hay disputando campeonatos, somos las madres de todas, casi las abuelas? Nos llaman señoras”, cuentan entre risas Eva Cisneros, María Hoyos, Leire Heredia, Susana López, Idoia Zuluaga y Xandra Boada. Y es que, de alguna manera, estas chicas que superan la treintena son pioneras al unir la pala a la mujer. Su papel en la promoción del deporte femenino les ha valido el reconocimiento del propio Ayuntamiento getxotarra, que el pasado lunes les entregó el premio Berdintasuna Indartuz en la tradicional gala del deporte anual Sasoi Sasoian.

Fue en 2008 cuando nació este equipo que se integra en el Getxoko Euskal Pilota Taldea. Eva Cisneros fue una de las impulsoras. “Yo hacía otros deportes y tenía ganas de jugar a pala. Hablé con la federación y me pasaron el contacto del club de pelota de Getxo. Empezamos cuatro amigas, que veníamos a entrenar un día a la semana, y como arrancamos en febrero, a mitad de temporada, teníamos que entrenar a las nueve y media de la noche, porque no había más horas libres en el polideportivo. Cerraban todo y nos quedábamos nosotras. Yo decía a las compañeras: No os desesperéis, que en septiembre podremos entrenar a otra hora. Y así fue, en septiembre empezamos a entrenar dos veces por semana a una hora más normal: de siete y media a nueve y media, que es lo que mantenemos ahora”, desgrana. Y, efectivamente, las cosas fueron mejorando: “Con el boca a boca empezaron a unirse más chicas y llegamos a estar catorce. Ahora estamos menos federadas, pero hay una escuela de pala de mayores y otra de niñas”, apunta Eva. Por lo tanto, son seis las chicas que están federadas, y seis niñas y diez adultas las que acuden a la escuela, donde son entrenadoras Eva y Xandra. “Hay varios campeonatos a lo largo del año y competimos en ellos. Nosotras jugamos con pelota de goma y las de la escuela, con pelota de tenis. Han estado en algún campeonato suelto, pero sobre todo, ellas practican la pala por ocio, por aprender, por divertirse”, asegura Eva, que anima a más gente a que descubra los encantos de este deporte y se apunte a la escuela. De momento, la curiosidad por la pala se va despertando cada vez más entre las niñas. “Desde que empezamos nosotras hace siete años han cambiado las cosas, ahora las chicas tienen un nivelón?”, destaca Xandra. “Hay un campeonato de pala que se organiza a nivel de Bizkaia y participan un montón de niñas”, agrega Eva.

‘Peleando’ Toda la sociedad va dando pasos igualitarios, pero aún quedan muchos para llegar al final del camino y, en el terreno deportivo, ese recorrido parece más largo. “Me da la sensación de que se habla mucho y se hace poco”, reflexiona Leire. “Al ser chicas hay cosas que nos cuestan mucho más”, considera Eva. Además, el factor femenino conjugado con el de deporte minoritario da como resultado muchas dificultades. No obstante, “con ilusión, ahí seguimos”, proclama María.

Por ejemplo, una de las adversidades a las que ha tenido que hacer frente este grupo de palistas “desde siempre” es que no ha tenido entrenador. Pese a todo ello, continúan al pie del cañón, o mejor dicho, del frontón.