BATMAN, el Capitán América, Mortadelo y Filemón o Mafalda son algunos de los personas que a través de las viñetas conquistaron a miles de niños en el mundo. Son muchos los que todavía recuerdan aquellas tardes que pasaban leyendo las aventuras de sus dibujos favoritos. Hasta el domingo, gracias a la primera edición del Cómic Gastronómico, se puede disfrutar de las creaciones culinarias de 28 bares del Casco Viejo que transforman a estos personajes en pequeños bocados maridados con un crianza, un riesling o un cava.
La experiencia comenzó el pasado día 5 y, hasta el momento, el resultado no puede ser más satisfactorio, ya que los clientes se atreven a probar estos pintxos de tebeo. “La verdad es que está funcionando muy bien”, señala Abarne Díaz, del bar Kukusoak que con su propuesta ha querido reflejar a Mafalda “porque rompió moldes en su época”. De la misma opinión es Félix Sainz, del Palacio Arana, que cree que “está gustando mucho”.
Innovación y tradición se fusionan en este evento gastronómico para el deleite de los consumidores. Desde las clásicas croquetas para imaginar a La Masa, pasando por un sushi de salmón para recrear a Batman, son algunos de los pintxos que ofrecen los establecimientos hosteleros del Casco Viejo. “Participamos en casi todos los concursos y para nosotros es un reto elaborar un pintxo sobre un dibujo animado”, subrayan los hermanos Jon y Txema de Miguel.
En ocasiones, la inspiración para reflejar en miniatura las viñetas llega desde la tradición, desde los platos que se comían en casa, como es el caso del bar La Ribera. Su cocinero, Joseba Zuazo, explica que se basó para crear a su Popeye en “la receta” que le preparaba su madre para comer espinacas. Y el resultado es una lata que contiene espinacas, gambas, ajo y besamel. La respuesta no puede ser mejor. “Estamos preparando unos treinta o cuarenta pintxos diarios”, destaca.
No solo triunfan los pequeños bocados, sino también las bebidas que les acompañan. Un maridaje perfecto es lo que se persigue con las tres propuestas para beber. “La verdad es que el crianza está gustando mucho. Es un vino muy suave”, indica José Manuel Fernández, del bar Bikandi, que invita a degustar a El Llanero Solitario.
Además, algunos bares ven en este certamen una oportunidad para atraer nuevos clientes. “Es una campaña dinamizadora, ya que se puede innovar con pintxos diferentes. Y esto provoca que se renueven las barras”, apunta Igor Catarecha, de Portu Berri Barria.
Desde el pasado viernes, los establecimientos hosteleros recogen la satisfacción de los clientes y numerosas anécdotas, como en Txomin Barullo. “Vienen muchos niños buscando al Capitán América”, reseña Imanol Aristondo. Otros, como Con B de Bilbao, ven como algunos de los que se acercaban a probar su recreación de Popeye realizaban una fotografía para inmortalizar el pintxo. “Es una iniciativa curiosa”, comenta Joseba Ipiñaza, que se encontró con este certamen y asegura que probará alguna de las propuestas en miniatura.