‘Astotxo’ vuelve a casa por Navidad

Durante la última semana, la imagen de un asno ha empapelado diversos rincones de Uribe Kosta. Él era Astotxo, el burro del Nieto de Olentzero que desapareció de una campa de Barrika, lugar donde suele pastar. Tras siete días de búsqueda, una llamada alertó de la presencia del burrito en Urduliz, desde donde ya ha vuelto a su hogar habitual.

Astotxo se encuentra feliz de volver a estar en casa, aunque le queda alguna secuela de la semana en la que ha estado en paradero desconocido. “Tiene mal una pata y está un poco cojo. Le ha estado mirando el veterinario y puede ser que se haya hecho algo en alguna alambrada o con algún obstáculo”, explica Iñigo García, el impulsor de Olentzero Munduan, una iniciativa en la que Astotxo es parte vital. Los lazos de unión entre Iñigo y el asno son muy fuertes, por eso, el momento del encuentro fue muy especial. “Astotxo se puso muy contento al vernos”, rememora Iñigo, quien durante una semana estuvo haciendo todo lo posible por encontrar a su compañero de aventura. “Ha sido una semana angustiosa y muy movida. He estado buscando con mi grupo de amigos, poniendo carteles con la foto de Astotxo... No hemos parado, pero al final ha tenido la recompensa deseada”, señala este actor que hace cuatro años decidió emprender la iniciativa solidaria Olentzero Munduan para que la magia del carbonero llegue hasta los familiares de los inmigrantes que residen en Euskal Herria.

A día de hoy, aún no está clara la razón de la desaparición de Astotxo. “La verdad es que no sabemos a ciencia cierta si se lo llevó alguien o es que el animal ha estado por ahí de picos pardos”, reconoce Iñigo. Lo que está claro es que el reencuentro ha puesto punto final a varios días de preocupación. “Hemos estado muy preocupados, buscándole todos los días y, a cada día que pasaba, perdíamos la esperanza de encontrarle”, indica este joven que, durante este tiempo, no ha dejado de lado la iniciativa Olentzero Munduan. “He seguido recogiendo cartas para repartir en la valla de Melilla y Rumanía”, explica el Nieto de Olentzero.

A lo largo de estos siete días, ha sonado varias veces el teléfono encendiendo la esperanza de encontrar al asno. “Hemos recibido varias llamadas diciéndonos que Astotxo podía estar en diferentes lugares aunque luego el burro en cuestión no se parecía en nada a él”, indica Iñigo. Pero la llamada que daba la pista clave llegó el pasado fin de semana. “Nos llamaron diciendo que habían visto a un burro que podía ser Astotxo junto a dos caballos en una campa de Urduliz”, recuerda Iñigo García, un entusiasta que intenta llevar la alegría navideña más allá de las fronteras vascas. La pista fue correcta y Astotxo estaba justamente en el lugar que les habían indicado de manera que podrá volver a comer esas manzanas que tanto le gustan en su hogar.

Cambio de planes La desaparición de Astotxo ha traído un cambio de planes dentro la cuarta campaña de Olentzero Munduan. En un principio, el simpático burro iba a acompañar a Iñigo en el reparto de cartas y regalos, pero, finalmente, no será así. “Todo esto que ha ocurrido es como si fuese una señal y he decidido que Astotxo no irá conmigo”, señala Iñigo. Además, el hecho de que el asno ande renqueante de una de sus patas es un motivo más de peso para cambiar el plan inicial de viaje. “Es posible que para el día 5 de diciembre esté bien, pero creo que es mejor dejar el viaje con Astotxo para otro año”, se sincera Iñigo.

Así las cosas, el Nieto de Olentzero partirá hacia Melilla el próximo 5 de diciembre para cumplir la primera parte de su misión, repartir regalos entre los inmigrantes. Acto seguido, pondrá rumbo a Rumanía para hacer felices a 14 familias del país. En todo ello, no participará Astotxo, quien como el joven de ese archiconocido anuncio, ha vuelto a casa por Navidad.