Orozko - La asociación Supelaur, con la colaboración del Ayuntamiento de Orozko, celebra este domingo una nueva edición del Gaztaina Eguna, Día de la Castaña, para recordar y dar a conocer la importancia que tuvo la producción y recolección de este fruto hasta el siglo XVIII para la supervivencia de las familias de la localidad.
De hecho, hasta tiempos aún no muy lejanos, las laderas de los montes de este término municipal estuvieron pobladas de castaños, hasta una altura de unos 600 metros y hoy en día aún se pueden ver ericeras, los grandes corros de piedra donde se almacenaba el fruto durante la recolección.
Estas singulares construcciones, la mayoría circulares, tenían diferentes medidas. En Orozko se pueden ver algunas de dos metros de diámetro a otras más grandes de hasta 7,5 metros y casi dos de altura. Allí se podían conservar las castañas hasta todo un año, manteniendo su frescura y humedad sin que se enmohecieran ni se agusanaran.
Para lograrlo, las ericeras se cubrían de hierba, ramas, espinos o sacos y así no podían ser accesibles a vacas, cerdos, jabalíes y otros animales del bosque. Hasta ahora, la asociación Supelaur ha conseguido recuperar 3 ericeras -Saukudui, Lastrabe e Irakusigieta- que se podrán ver de cerca durante el recorrido de la excursión dominical, principal acto de la jornada festiva del Día de la Castaña de Orozko.
A las 10.00 horas La salida será a las 10.00 horas desde la plaza Zubiaur. Como en años anteriores, se subirá en autobuses hasta Ibarra y una vez en el barrio de Usabel se transitará por la pista asfaltada que va al Gorbea y a partir de ese punto hay ya una señalización sencilla y fácil de seguir. Se trata de unos 7 kilómetros de recorrido circular que discurre a través de ericeras y de la tradición de las castañas, y que también pasa cerca de otros elementos patrimoniales de gran interés como una tejera o un molino en el río Atxuri.
La popular fiesta que cada año cuenta con mayor afluencia de público contará además con un hamaiketako para reponer fuerzas y otros actos de animación como música tradicional. Además de dar a conocer esta bonita parte de la historia local, el Día de la Castaña pretende evocar la antigua época de recolección que la castaña requería. Era una labor que necesitaba de mucha mano de obra y por eso llegaban hasta Orozko numerosos temporeros, sobre todo mujeres. El final de ese intenso y duro periodo de trabajo en el monte se cerraba siempre con una fiesta de despedida en la que no faltaba la música, el buen ambiente y la comida popular.