VALE. De acuerdo. Nuestra jota, porrusalda y arin arin son danzas de lo más quedonas. Son bailes canallas; bailes de plaza y romería, en los que destrozas alpargata y te comes con la mirada al que brinca ante ti con txapela ladeada y garriko al viento. Pero hay que reconocer que lo de bailar agarraditos mola. Pero mucho, mucho. Hace ya tiempo, ni sé cuántos años, que Sergio Dalma, nos recomendaba eso de bailar pegados. Y ahora, el incombustible chico de la voz rota, sigue al pie del cañón lanzando consignas que incitan al baile de distancias cortas... Ayer, Dalma actuó en el Euskalduna en un concierto en el que desgranó los temas de su último disco, Cadore 33. Cientos de personas se dieron cita en el auditorio de este palacio para dejarse llevar por canciones de esas que, entre la dulzura y la potencia, intentan que hasta la más cínica vuelva a creer en el amor.
Cristina Mardones y Susana Hurtado fueron dos de las muchas asistentes al concierto, y allí estaban Cristina Martín, Marga Miranda, Rocío Ruiz, Idoia Monteserín y Soraya García, que fueron con las nuevas generaciones de fans de Dalma: Naia del Val, Alba de Prado, Alaine González, Desiré Pérez y Alba Torres.
También fueron especialmente tempraneras Patricia Martínez, Irina Larruzea, Mari Jose Otazua y María Velar, que acudieron con Cynthia García, Loreta Ruiz y Sonia Lanzagorta. Marta Lucía González asistió acompañada por Rosi Díaz, Juan Romay y Carlos Riveros, y no quisieron perderse este concierto Begoña Aranceta, Natalia Lapeña y Mari Mar González.
Las hermanas Pérez, Silvia, Ainara y Sara, disfrutaron de este evento musical, e hicieron lo propio Miren Santos, Anabel Quero y Jesús Goikoetxea. Yolanda Santaella, Yolanda Ibáñez, Manuel Ortega y Sonia Sola acudieron a esta cita con la música, y allí estaban Marta Toro, Ainhoa Barroso, Nieves Bardeci y Marian Noriega.
Mónica Díaz, Sonia Bartolomé y Fabiola Plaza estaban entre las asistentes a este evento en el Euskalduna, así como Mari Carmen Mendo, Juani Fisio y Rosa González.
Las puertas se cerraron. La luz bajó su intensidad y estalló la música para recordar a los presentes que pegados, mucho mejor. Dónde va a parar...