aL pronunciar el binomio música-Molina nos viene a la memoria una saga de artistas encabezada por una leyenda como el gran Antonio Molina, cuyo camino ha seguido su hija Mónica, mientras que, hasta ahora, Ángela y Miki Molina se habían centrado en el mundo de la interpretación. Pero este último ha dado el salto al de la música y, en ello, Bizkaia tiene mucho que ver, ya que sus compañeros en este viaje son Fernando Beti, Jacinto Oñati, Iñaki Egaña y Agustín Ferreiro, cuatro vizcainos que forman el grupo The All Iron y que se unen a la voz de Miki, que estos días se ha afincado en el hotel Goizalde de Sopela. Juntos, están acabando de grabar su primer disco, Qué bello es vivir, y en estos días están metiendo muchas horas de trabajo en el estudio Sweet Saul Music de Sopela para finalizar este trabajo que se presentará el 15 de mayo en la sala Marco Aldany de Madrid.
Molina, cuya faceta como cantante ha pasado desapercibida hasta ahora, tiene claro que este trabajo tenía que grabarse en Bizkaia. "Este disco solo podía hacerse aquí, es lo que me dice el corazón porque todo esto nació en Bizkaia y con gente de aquí", explica, a la vez que argumenta que "Bizkaia es un lugar muy especial para mí y aquí es donde se ha creado el clima perfecto para que decida dar el salto a la música".
Y es que, llevar el apellido Molina es toda una responsabilidad y la "timidez" de Miki ha sido un obstáculo en algunas ocasiones para que se cistalizase su paso al mundo de la canción. Pero en su vida se cruzó Fernando Beti, un basauritarra de 59 años que conoce al artista desde hace dos décadas. Hace once años hicieron la prueba de grabar una maqueta que el trabajo y la vida hicieron que quedase guardada en un cajón. Pero no olvidada. Pese al paso del tiempo, la intención seguía ahí y, como si de algo telepático se tratase, en octubre se encendió la chispa por ambas partes. "Los integrantes del grupo habíamos hablado de este tema y de por qué no darle un impulso a esto, y, justo, dos días después de eso, me llamó la mujer de Miki para decirme que querían hablar conmigo", explica Fernando Beti, quien además de batería de The All Iron, es productor de este disco que estará compuesto por once temas. Miki visitó la capital vizcaina con motivo de un musical que iba a escenificar en el Teatro Campos y quedó con Beti para proponerle retomar aquello que iniciaron hace once años. La respuesta fue un sí rotundo y así se comenzó a gestar Qué bello es vivir, un trabajo que mezcla pop y rock y en el que el sonido de las baterías y las guitarras está muy cuidado. Es el resultado de más de dos meses de ensayos que han servido para ensamblar las piezas de este puzle.
trabajador nato Miki Molina y The All Iron llevan desde el lunes grabando en Sopela y la tenacidad y trabajo de Miki han hecho que para hoy tan solo tengan que pulir algún detalle. Ayer, se grabó el grueso del trabajo en una jornada maratoniana de trabajo que comenzó a las 10.00 horas. Se propuso finalizar ayer todos los temas y lo hizo. "Es un trabajador incansable y eso hay mucha gente que no lo sabe", señala Fernando Beti. "Es ahora cuando tengo la garganta y el corazón caliente para cantar", se excusa Molina.
A los controles está Saúl, un técnico de sonido que decidió crear el estudio Sweet Saúl Music en Larrabasterra hace tres años. En este tiempo, han pasado por esas instalaciones artistas de la talla de Carlos Tarque, y lo que más le ha sorprendido de Molina es "su capacidad interpretativa y comunicativa". Cuando tiene que cantar lo da todo, así demuestra el sudor que corre por su rostro mientras graba una de las canciones que compondrán este trabajo con el que harán una larga gira a partir del segundo semestre del año. "Me encantaría tocar en cualquier lugar de Bizkaia, pero, sobre todo, en Aste Nagusia de Bilbao. Me haría muchísima ilusión", desvela Molina.