Brujas buenas y malas, un espantapájaros que habla, un león cobarde, un hombre de hojalata y otros seres extraordinarios que poblaban la imaginación de L. Frank Baum saltaron a un extraordinario libro, El maravilloso mago de Oz, allá por 1900 en las librerías de Chicago. Desde el primer día, las andanzas de una muchacha llamada Dorothy Gale en la tierra de Oz, donde apareció al ser arrastrada por un tornado en el estado de Kansas, cautivaron a miles de personas.

Con motivo del 70 aniversario del estreno de la adaptación cinematográfica de El Mago de Oz, gracias a la cual Judy Garland se convertiría en una estrella mundial y la hermosa y emotiva canción Over the Rainbow en un imperecedero icono cultural, nació esta versión musical que ayer llegó al Palacio Euskalduna para poblarlo de fantasía en una tarde mágica.

El espectáculo fue galardonado con el Premio Rojas 2012 al mejor espectáculo familiar. No por nada, el lema distintivo del montaje lo describe como "un espectáculo para los niños que creen en la magia y para los adultos que creen en los niños". Cientos de pequeños se acercaron a presenciar el espectáculo y aún continúan, tanto tiempo después, maravillándose con el hombre hojalata, el favorito de muchos de ellos.

Ni el más armónico flautista de Hammelin hubiese arrastrado fuera del recinto a los cientos de niños que ayer acudieron a cualquiera de las dos sesiones celebradas, a las 16.30 y a las 19.00 horas. Para muchos era su primera tarde de teatro y a buen seguro que en alguno de ellos se habrá inoculado el veneno. Ojalá.

Entre los ayer presentes en los espectáculos se entremezclaban adultos y niños, desde la directora de Onda Vasca, Estibaliz Ortiz, junto a sus hijas Miren y Arrieta Soto, hasta Silvia Gallejones, Irene Hormaechea, Enma Rodríguez; los hermanos Egoitz y Lander Zarate, de ocho y nueve años, que gestionaban su emoción a gritos en la cola, Beñat Urrutia, Alonso y Matxalen Martín, Nora Ibaibarriaga, Izaskun Artetxe; Idoia y Begoña Aguado; José Manuel Armolea, Natalia Ortún e Isabel Ojanguren al frente de un pequeño escuadrón inquieto formado por Ekain y Enara Armolea e Ibai e Izaro Jurado, Javier Garate, enfurruñado porque no iba a ver a Olentzero en su cabalgata y entusiasmado porque al fin conocería al hombre hojalata -¡qué dura la vida del niño!-, Kristina y Ander Ruiz; Izaskun y Lucía Bengoetxea, Miren Pascual, Inaxio Garate, con sesenta años a cuestas y dos nietos "infernales" que huían de su lado, Javier Muñoz, Unai Aldekoa y así hasta decir basta.