Bilbao. Una empresa textil británica está interesada en adquirir el local que alberga la galería comercial de Gran vía 28 de Bilbao. Según ha podido saber DEIA, la firma inglesa de ropa ha encargado a un equipo de arquitectos vizcainos un proyecto para adaptar el espacio interior a sus necesidades comerciales. Poco ha trancendido de la firma interesada en este local bilbaino, ubicado en una de las mejores zonas comerciales de la villa, ya que la operación se está llevando con suma discreción. Aun así, entre el sector comercial de la villa, se especula con varias empresas. Así, descartada la posibilidad de que Primark -que está buscando un segundo emplazamiento en Bizkaia- se ubique en este local, algunas quinielas apuntan a Marks & Spencer, quien ya estuvo en Bilbao hace 11 años, precisamente en la Gran Vía y a escasos metros de la galería. La teoría viene avalada por la política de expansión que está llevando a cabo la empresa inglesa, quien busca desde hace meses céntricos locales en Madrid y Barcelona. Hace ya una década decidió cerrar todas las tiendas que tenía en el Estado; sin embargo, ahora corren nuevos tiempos en la compañía y ha decidido regresar. Cierto es que no ha hablado de Bilbao, pero dada la proyección internacional de la ciudad y que es un mercado que ya conoce, los expertos consultados no descartan que la villa esté también entre sus planes de expansión.
Sea finalmente Mark & Spencer o cualquier otra compañía, lo cierto es que la galería comercial de la Gran Vía de Bilbao, ubicada frente al Palacio Foral, es el lugar perfecto para abrir un negocio. Según han relatado a este diario, la empresa interesada en la galería estaría dispuesta a asumir la ejecución del proyecto de reforma que conllevaría un cambio de forjados del inmueble y para lo que se necesita el consentimiento de los propietarios de los pisos y de los garajes. Por eso, hace un mes, los responsables de realizar el proyecto mantuvieron una reunión con los vecinos del edificio donde se sitúa la galería para exponerle sus intenciones. "Sabemos poco; solo que una empresa quiere comprar la galería y que para ello debe realizar una importante obra". El equipo encargado de las obras volverá a reunirse con los vecinos en quince días para informarles de primera mano sobre todos los trabajos que se vayan a realizar en el local y que pudieran ocasionarles algún tipo de molestia.
Proyecto de reforma El proyecto consistiría en bajar a cota cero la galería, ahora separada por unas escaleras que dan acceso a la planta uno, donde están la mayoría de los locales. "Hay otras escaleras que te llevan a la planta menos uno, donde se ubica la perfumería francesa", describe uno de los vecinos del piso.
En la actualidad, el 80% de la galería estaría en manos de un único propietario; el resto, el 20%, correspondería a los locales que en la actualidad están ocupados por la firma Lacoste y Swarovski. Según las fuentes consultadas, la intención principal de la empresa textil inglesa era hacerse con la totalidad de los locales, pero Armand Basi, -propietaria de ambas lonjas- no está dispuesta de desprenderse de ellas y ya ha comunicado su negativa de vender.
Sin embargo, la firma textil sigue interesada en ese céntrico local y, por ello, todo apunta a que cerrará un acuerdo con el propietario con mayor participación para quedarse con la zona central de la galería. "Es una antigalería. Tiene una ubicación excepcional, frente a la Diputación, y estoy seguro de que mucha gente desconoce que existe. No se hizo para albergar comercio y por eso hay que darle un cambio", apuntaba otro vecino del inmueble.
El proyecto interior se ideó para albergar una sucursal del Banco Atlántico; por eso, el interior se divide en diferentes alturas. Pero finalmente un empresario madrileño se hizo con el local y decidió transformarlo en una galería comercial por la que han pasado diferentes firmas. Pese a contar con un espacio privilegiado, según explica una persona ligada al sector comercial en Bilbao, estas galerías nunca han llegado a cuajar entre los clientes. "Lo que funciona es la tienda de Lacoste y la de joyería Swarosky que son los que quedan a pie de calle y son los dos locales que realmente se ven; el resto está oculto. No queda de paso", comenta. Sin embargo, y a pesar de la estructura de estas galerías, a lo largo de sus historia su excepcional ubicación ha despertado el interés de diferentes empresas. Zara, el Corte Inglés y Opencor quisieron hacerse con el local, pero por diferentes motivos desistieron en su intención para ubicarse, finalmente, en otros espacios comerciales.
Compras fallidas El máximo propietario del local -en la actualidad, un empresario riojano- lleva tiempo queriendo vender. Aunque no le han faltado interesados en la compra de este local, lo cierto es que nunca ha conseguido cerrar un acuerdo de compra-venta. La razón principal es que "los compradores querían hacerse con la totalidad de la galería; Armand Basi es dueño de las dos lonjas de los laterales y no quiere vender. La ubicación es excepcional y ha vuelto a decir que no está dispuesto a desprenderse de sus dos lonjas", cuentan. La razón por la que Opencor desistió en su intención de instalarse en el local que hoy alberga la galería respondía más a un problema derivado del emplazamiento y de los horarios de carga y descarga."Solo sabemos que va a ser algo gordo. Es todo un misterio", dicen los vecinos que viven sobre las galerías. Lo que sí es cierto es el inminente desembarco de una empresa británica, una realidad que preocupa a las personas que en la actualidad trabajan en esa galería. "Nadie sabe nada. Me da miedo quedarme sin trabajo", se lamenta la empleada del negocio de perfumería ubicado en la planta baja.