Basauri. El garbigune que da servicio a los municipios de la comarca seguirá en Basauri al menos durante los próximos diez años. El pleno de Basauri dio luz verde este mes a la cesión por parte del Ayuntamiento a la Diputación del solar donde está ubicado actualmente, junto al parque Aita Aureliano Landeta. El trato incluye además la posibilidad de extender el convenio firmado durante veinte años más.
De esta forma según aseguró el equipo de gobierno, Basauri "regulariza" la situación del que fuera el primer punto limpio de Bizkaia. Y es que hasta la fecha, aunque la gestión del garbigune corría a cargo del ente foral, el suelo en el que estaba asentado estaba en manos del Ayuntamiento.
De esta forma, el municipio sigue siendo propietario del terreno pero al cederlo de manera legal, no puede entrometerse en el funcionamiento del punto verde que lleva en Basauri desde 1997. Esta cesión fue apoyada por PNV y Bildu. "El garbigune está perfectamente integrado en el entorno y el hecho de tener un acceso fácil y cómodo a este centro de reciclaje supone un beneficio incuestionable para los basauritarras", señaló el portavoz jeltzale, Asier Iragorri.
En la misma línea, los concejales de Bildu aceptaron el convenio debido además, por la cantidad de dinero que deberían invertir las instituciones públicas en caso de que Basauri insistiera en su traslado a otra localidad. "No son tiempos para el despilfarro", argumentó Javi Valle. Y es que, según adelantó la Diputación hace tres años cuando el Ayuntamiento quería trasladar el garbigune a otro lugar, este cambio de ubicación habría costado a las arcas forales unos dos millones de euros.
Por su parte, el PP se abstuvo en la votación y el PSE mostró la postura contraria que ya avisó durante los días previos a la sesión plenaria. Según aseguró, la cesión del terreno supone que "muera el garbigune de tercera generación" que vislumbró este grupo cuando gobernaba el Consistorio. Las intenciones del PSE entonces, pasaban por llevar el punto verde a unos terrenos en Arteagagoiti, en San Miguel, que había que descontaminar primero dado su pasado industrial. Pero esta ubicación no gustó a la Diputación porque, según explicaba, quedaba mucho más a desmano para los vecinos de la comarca, cerca de 100.000, además del desembolso económico que suponía su traslado.
"Defendamos la autonomía municipal. Bilbao no hubiera consentido un garbigune en Doña Casilda", arremetió la portavoz socialista, Loly de Juan, quien comparó el garbigune con el centro penitenciario o las dependencias policiales anexas. "Las hipotecas con label vasco como el garbigune se aceptan mejor por este equipo de gobierno que las del Gobierno central, como pueden ser la cárcel o la comisaría de la Policía Nacional", denunció.
El punto limpio de Basauri recoge al año alrededor de 7.000 toneladas de desperdicios que, gracias a su correcta separación, no terminan en vertederos sino que pueden ser reciclados.