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Aemet inaugura una estación pluviométrica de recogida manual en Getxo

Aemet inaugura una estación pluviométrica de recogida manual en GetxoZigor Alkorta

Getxo. PARECE una pequeña cosa: un bote con una botella de plástico, pero es algo muy importante para la climatología", aseguraba ayer Margarita Martín, delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Euskadi. Y realmente, la nueva estación pluviométrica de recogida manual de datos que se encuentra en Getxo es de apariencia simple. Consta de un tubo de 200 centímetros cuadrados de sección -modelo Hellman- que cuenta con un embudo que conduce el agua a otro recipiente cilíndrico. Gracias a este pluviómetro manual, que fue inaugurado ayer en dependencias del Club Marítimo del Abra, se obtendrá información sobre la lluvia caída en el área del Gran Bilbao.

Y es que la presencia de este sistema de medición manual es escasa en Bizkaia. Con el de ayer solo son ocho los que Aemet tiene repartidos por el Territorio Histórico (Markina, Bermeo, Abadiño, Lekeitio, Ermua, Forua y Zenarruza). Y a principios de año, únicamente existían cuatro. Los pluviómetros tecnológicos se han ido extendiendo, pero la delegada de Aemet en Euskadi defiende la importancia de los manuales, sobre todo, ante la caída de grandes cantidades de agua. "Los automáticos funcionan como el movimiento de un balancín, entonces con las subidas y las bajadas pierden un montón de precipitación. En aguas torrenciales, pueden llegar a perder un 30%. Miden bien las lluvias constantes, pero no las fuertes. Además, cuando se producen grandes precipitaciones se suele ir la luz. Los pluviómetros automáticos tienen una pila que dura una hora, por lo que después no se podría seguir constatando la cantidad de agua caída", expuso ayer Martín. En este sentido, la experta en climatología también destacó que la medición manual es la que puede determinar si una zona puede ser declarada catastrófica por las lluvias. "Lo que decide si una situación de emergencia o no es la rareza del hecho, entonces para eso tienes que comparar la cantidad de precipitación con un mismo instrumento de validación que se haya usado a lo largo de la historia", aclaró la responsable de Aemet.

La medición manual comenzó en Bilbao en 1859 en el Instituto Politécnico. Pero en 1920 cerró sus puertas y la información de las lluvias acaecidas no se volvió a registrar hasta 1947, cuando se abrió el aeropuerto de Bilbao en Sondika y se instaló un pluviómetro manual, según Martín. "Se mantuvo hasta el año 2000 porque con la nueva terminal se automatiza".

En el pasado, muchas personas tenían pluviómetros manuales de los que Aemet extraía datos. Pero los nuevos hábitos de vida hicieron que fueran desapareciendo. No en vano, es necesario medir el agua todos los días de la semana entre las 7.00 y las 9.00 horas. Ahora, hay productores de queso y dueños de campos de golf que suelen disponer de estos aparatos. En el Marítimo del Abra siempre hay personal las 24 horas del día, por eso se han hecho colaboradores.