El centro Hontza de Bilbao cumple 10 años en "primera línea de la exclusión"
Ofrece 18 camas cada noche en las que pernoctar, junto a diferentes servicios de apoyo que buscan la reinserción social de toxicómanos
BILBAO. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, junto a al director de Cáritas, Carlos Bargos, y los responsables de Hontza Sonia Costillas e Iñigo Cortázar, han ofrecido una rueda de prensa en el Museo Diocesano de Bilbao con motivo del aniversario del servicio, que cuenta con un presupuesto anual de 600.000 euros, de las cuales el 75 por ciento proviene de instituciones colaboradoras, en este caso Gobierno vasco, Diputación de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao.
Según ha recordado Iceta, el local, ubicado en la parte trasera de la iglesia de San Antón, nació con el objetivo de dar respuesta a la situación de los toxicómanos activos de la villa que carecían de hogar y que "se pasaban la vida en las periferias existenciales".
Tras advertir que este colectivo necesita una atención "muy esmerada y cuidada" para lograr su reinserción en la sociedad, el obispo bilbaíno ha celebrado que el centro se haya integrado en el barrio pese a las reticencias iniciales al proyecto por parte de los vecinos.
"Este tipo de atención suele suscitar dificultades en los lugares donde se enmarca, pero aún así creímos que era un servicio al que no podíamos renunciar", ha indicado, tras recordar el rechazo al local original del barrio de Zamakola, cuya apertura obtuvo importante contestación social en la zona.
Por el contrario, los responsables del centro han celebrado la colaboración y el "calor" proporcionado por los vecinos del Casco Viejo y toda la zona, que han mostrado a Hontza su carácter "integrador" tanto en el ámbito humano como en el comercial y asociativo. Desde su apertura en San Antón, el centro ha atendido a un total de 6.500 toxicómanos a través de una serie de servicios nocturnos, entre ellos uno de pernoctación que pone a disposición del colectivo 18 camas cada noche, o el servicio "Calor y Café" por el que se da la posibilidad a estas personas de acudir al local para "cenar, ducharse o utilizar los servicios de enfermería", según ha explicado Cortázar. "Queremos recuperar su dignidad como personas", ha apuntado Bargos.
PERFIL
En cuanto al perfil de los usuarios, Costillas ha explicado que, si bien hace diez años el 90 por ciento provenía del Estado, en los últimos años esta cifra ha descendido hasta el 70 por ciento, siendo el 20 por ciento ciudadanos extracomunitarios (la mayoría africanos), y el 10 por ciento restante de origen europeo. Además, el 80 por ciento de los usuarios son hombres y el 20 por ciento mujeres, sin que se hayan observado grandes diferencias respecto a hace diez años.
Sin embargo, en los hábitos de consumo sí se ha observado un cambio en la última década, ya que inicialmente la mayoría de personas que acudían a los servicios nocturnos de Hontza eran consumidores de heroína mientras que hoy día se ha extendido el policonsumo de distintos estupefacientes.
Además, muchos de los toxicómanos, alrededor de un 70 por ciento, padecen algún tipo de patología mental, por lo que son personas que "necesitan mucha más atención para acompañarles en todo el proceso" de reintegración, como ha advertido Costillas.
El centro Hontza ha recibido a lo largo de su trayectoria diversos galardones en reconocimiento a su labor con los toxicómanos, entre ellos el Premio Dolores Ibarruri en 2004, el galardón 'Alma Solidaria' de El Correo en 2010 o el reconocimiento 'BBVA Territorios Solidarios' en el año 2011. Este 2013, Hontza recibirá, asimismo, el Premio Reina Sofía por su labor social.
En la actualidad el proyecto cuenta con siete voluntarios que acuden cada noche a ofrecer su ayuda a estas personas, mientras el centro continúa en "constante transformación" para adaptarse a una realidad cambiante, que en muchas ocasiones obliga a "intensificar" la atención a los usuarios.
Los responsables del servicio, que atiende diariamente a medio centenar de personas, han advertido "cierta preocupación" sobre el futuro de iniciativas como esta debido a la crisis económica, y han concluido asegurando que servicios como el de Hontza "son ahora, más que nunca, necesarios".