Bilbao. ¿Cuántos años lleva en funcionamiento este euskaltegi?
Oficialmente nació en 1975 cuando a alguien se le ocurrió que había que dar clases de euskera de una forma diferente y especializada.
El verano es una época que muchos aprovechan para aprender euskera con una inmersión total.
Son ocho horas lectivas cada jornada, con una estancia mínima de quince días. Pero el objetivo no son las horas de clase sino estar 24 horas en un ambiente euskaldun. La gran ventaja de un barnetegi es que haces una inmersión lingüística completa, se aprovecha todo el día, porque vas a tomar algo y hablas en euskera, juegas a las cartas y hablas en euskera y así con todo.
¿Por qué quince días?
Porque hay que cumplir cien horas de clase para que el curso esté homologado por HABE. Tenemos que cumplir unos mínimos y tienen que ser superiores a un número determinado. El planteamiento desde HABE es que se haga un curso y sea rentable pedagógicamente hablando.
¿Qué alumnos acuden?
El perfil más común es de personas jóvenes. Con la edad es más difícil que la gente vaya a un barnetegi porque tiene la mochila social más llena, es decir, tienen más preocupaciones y más cosas que atender y no las pueden dejar de lado. Además hay que tener en cuenta que si tú estás estudiando tienes tres meses de vacaciones, en cambio si tienes un trabajo y tienes un mes de vacaciones al año cuesta más emplear la mitad de tus vacaciones en un centro de estas características. Requiere un esfuerzo anímico mayor.
Aparte de los barnetegis, ¿qué opciones hay para estudiar euskera en verano?
Hemos hecho algo que llamamos barnetegi urbano, aquí en Bilbao. Consiste en acudir cinco horas al día a clase, de 9.00 a 14.00 horas o de 15.00 a 20.00 horas.
¿Cómo surge esta idea?
Surge porque ir a un internado tiene unos costes y unas ventajas, pero claro, si se quiere aprovechar 24 horas en una inmersión total, tienes que entender que estar todo el día fuera cuesta dinero. Por lo tanto, el barnetegi urbano es una alternativa para la gente que quiere estar todo el día en un entorno euskaldun pero ahorrándonos la cena y la comida y el alojamiento.
¿Qué tal funciona el barnetegi urbano?
Han salido varios grupos, está funcionando bien para lo que cuesta. La relación entre la calidad y el precio es importante. Somos conscientes de la situación económica que vivimos, por ello intentamos buscar un equilibrio entre las necesidades y las posibilidades de la gente.
¿Cuánto tiempo lleva funcionando este tipo de barnetegi?
Llevan años, se puede decir que los barnetegis urbanos de verano se han consolidado por ser jornadas intensivas en plena ciudad.
¿Cuándo hay más demanda de cursos, por la mañana o por la tarde?
En verano, por la mañana, sin ninguna duda. Durante el curso está más repartido. A partir de septiembre, por la tarde, de 18.00 horas en adelante, está a tope. Al mediodía por ejemplo hay menos grupos, sobre todo, entre 12.30 y 16.00 horas.
¿Las actividades durante el curso cambian?
Sí, nos centramos en un planteamiento más académico y durante la semana. También damos clases los sábados, cinco horas cada día.
¿Qué espera para septiembre?
Comenzarán alrededor de cien grupos repartidos en los diferentes horarios que ofrecemos.