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Santurtzi y Bilbao ya están unidos a nado

Once de los doce nadadores que decidieron hacer esta inédita travesía superaron el reto

Santurtzi y Bilbao ya están unidos a nadoJuan Lazkano

Bilbao

Es que la ría es emblemática", aseguraba Guillermo Verdejo, nadador de larga distancia de Getxo, cuando intentaba explicar lo que sus once compañeros y él tenían entre manos. Y desde ayer, realmente, la ría es un poco más especial aún. Lo es porque por primera vez se dejó recorrer a nado desde Santurtzi a Bilbao. Esa tradicional y musical travesía ya tiene su equivalente en natación. Las condiciones higiénicas del Nervión permitieron la hazaña, pero el verdadero mérito lo tienen la docena de nadadores que se lanzaron al agua para completar 15 kilómetros históricos. Guillermo Verdejo, Alfredo Rodríguez, Eduardo Porset, José Ramón Sanz, Miguel Ángel Calvo, José Miguel Madariaga, Iñigo Olivares, Rafael Arrate, Pedro Meso, David y Eduardo Ryan y Guillermo Ortega -pese a que tuvo que abandonar- fueron ayer desde Santurtzi a Bilbao por toda la ría.

Guillermo Verdejo, que tiene entre pecho y espalda un número infinito de kilómetros a nado -se ha sumergido en varios desafíos extremos, como cruzar los 25 kilómetros entre Cabrera y Mallorca; participar en el International Marathon Swim de Suiza, de 26,4 kilómetros, que ganó; atravesar el Estrecho de Gibraltar (18 kilómetros), o conectar Lanzarote y Fuerteventura (15 kilómetros)- fue ayer un relámpago. 3 horas y 45 minutos tardó el getxotarra desde el puerto pesquero de Santurtzi hasta el pantalán de Pío Baroja de Bilbao. Mientras que los últimos nadadores necesitaron 5 horas y 12 minutos para realizar la travesía y dieron la friolera de 7.800 brazadas. Pero para todos, la alegría fue inmensa por haber podido realizar esta aventura, que empezó en una soleada mañana y concluyó en un mediodía cargado de nubes.

Precisamente, el dichoso mal tiempo que está padeciendo Euskadi este año fue el culpable de que el reto de estos doce valientes fuera aún más complicado, ya que las lluvias incesantes empeoraron las condiciones del agua y, como el sol apenas se ha dejado ver, no ha podido calentar la temperatura de la ría. Así que ayer, los ideadores de esta prueba tuvieron que recorrer los 15 kilómetros desde Santurtzi a Bilbao con el agua a 16 y 17 grados, mucho más baja de lo habitual a finales de junio. Este frío hizo mella en Guillermo Ortega, que tuvo que abandonar la travesía a la altura de Olabeaga. El nadador fue atendido por la zodiac de la Cruz Roja y por el médico que viajaba en otra embarcación y se recuperó con rapidez.

La otra traba a la que tuvieron que enfrentarse los nadadores fue a la fuerza de las corrientes de agua provocada por la lluvia de los últimos días, semanas y meses. Tuvieron que luchar contra ella, principalmente en el primer tramo del recorrido. Después, la marea ya fue jugando más a su favor. Pero la salida hasta llegar al Puente Colgante fue "muy dura", como coincidieron en señalar todos los integrantes de esta expedición. El primer grupo, compuesto por seis personas, salió del puerto de Santurtzi antes de las 10.00 horas y tuvo que nadar a contracorriente por la potencia del agua que procedía de la lluvia, que en esos instantes aún tenía más poder que la propia corriente de la ría.

50 minutos hasta el Puente "El agua de la lluvia va por encima, mientras que la marea se mueve desde abajo", comentaba Koldo, que conducía la embarcación que seguía a los protagonistas para prestarles avituallamiento. Es por ello que las brazadas de los nadadores resultaban muchas veces inútiles porque apenas servían para avanzar. Hasta el punto de que tardaron casi una hora en llegar al Puente Colgante. Cuando saltó al agua el segundo grupo, la marea ya iba más a su favor, aunque todavía resultó dificultoso para ellos. Fue en Portugalete, por lo tanto, cuando las cosas comenzaron a ir mejor.

El tercer factor que había que tener en cuenta era la suciedad de la ría, que también se ha visto incrementada por el mal tiempo. En algunas partes sí hubo concentraciones de porquería, pero en general el estado del agua era bastante bueno. El frío y el cansancio fueron más determinantes en el recorrido. Por ello, a medida que iban pasando los kilómetros, los nadadores iban marcando un ritmo distinto y los dos grupos que se habían formado en un principio se fueron quedando totalmente resquebrajados. Guillermo Verdejo metió el turbo y se fue en solitario en cabeza. El resto fue avanzando de dos en dos y de tres en tres, pero a una distancia muy amplia de Verdejo. Y cada uno como pudo, con más o menos sacrificio, logró completar la inédita travesía a nado desde Santurtzi a Bilbao. "Ha ido todo muy bien y estamos muy contentos. Ha sido una gozada poder hacer esto", destacaban los intrépidos nadadores.