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Hacer añicos los cristales grises

Hacer añicos los cristales grisesfoto: pablo viñas

El ojo de la cámara es capaz de acercarlo todo, desde lo más irreverente o surrealista hasta la extravagancia más audaz: todo. De ello pueden dar fe los organizadores de Caóstica, un festival de cine singular que ayer tocó a su fin y que ha pasado estos días por Bilbao con un lema propio de la NASA de los años 50 del pasado siglo, cuando se lanzaban mensajes al espacio exterior con la esperanza de que alguien escuchase ahí fuera. "Saludos, habitantes del supramundo Bizarro y larga vida a la Jauría Eléctrica", ese ha sido el lema que ha despertado la curiosidad de más de uno; un eslogan para hacer añicos los cristales grises de la rutina, el triste mundo de los bostezos.

Hablemos en su lenguaje: una horda de androides electro-videoadictos se teletransportó a Bilbao para vivir el nuevo festival de cortometrajes y videoclips, Caóstica 11, al grito de ¡larga vida a la carne sintética! Es el ejército de la imaginación el que ayer invadió uno de los salones del Bizkaia Aretoa, el paraninfo de la UPV/EHU, para despedir al festival con la proyección de las imágenes ganadoras, epílogo de un certamen que se abrochó el pasado sábado en la noche bizarra, celebra en Bilborock, donde se proyectó la sección de Cortos Bizarros y habrá las actuaciones de Los Fontane, dj Chavecito y dj Kinki (Flan Day Club). Ayer, ya digo, fue el fin de fiesta light, donde se vieron las imágenes de los cortos ganadores: el trabajo de Gabriel Gauchet, en Videozinema; el de Alberto Vázquez, en la categoría de Animación; el de Javier R. Cortés, en el mundo del videoclip, y la pieza titulada Misterio con la que Chema García se impuso en la categoría Bizarro. Todo ello según el veredicto de Aitor Aretxabaleta, Javier Chillón y Begoña del Teso, los tres firmantes del acta del jurado del certamen.

En la despedida de ayer, coordinada por Iñigo Portillo, acudieron, entre otros, Juan Dopico, Iñigo Calvo, David León, Alfredo Llanos, Ramón Churruca, a quien le conocen, también, por Rajoya; Pedro Rivero, ganador del Goya 2012 en la categoría del mejor corto de animación por Birdboy, una metáfora de los problemas de los adolescentes que se sitúa en un pueblo que, debido a un accidente nuclear, queda destrozado, sin apenas vida, ni actividad. En él habitan una ratoncita y Birdboy, un pájaro que no puede volar por los problemas que tiene con la droga; Jaime Santamaría, Fausto Grossi, Jon Ander Elosegi, Mikel Ballesteros, Ander Elorriaga, Mikel Bikandi, Naroa Ruiz, Ain-tzane Berasaluze, Santi Gurrutxaga, Lorenzo Portillo, Maite Polo, Ana Argoitia, Saioa López, Miren Mendizabal, Dani García, Luis Egiguren, Maider Rueda, Josune Pascual y un buen número de gente interesada en un festival que ha celebrado sus diez años largos de vida -todo un éxito, ya que este año se han presentado más de 600 trabajos, de los que fueron seleccionados cuarenta- con el regreso a la sede donde empezó todo, el Caos Club, allí donde se proyectó una retrospectiva con algunos de los trabajos más emblemáticos de la última década del festival.