El 'annus horribilis' de los desguaces vizcainos
w Los establecimientos de Bizkaia reconocen que han vivido un pésimo año w Al descenso de entrada de vehículos se ha unido una bajada en la venta de recambios
Bilbao. La recesión es global y, salvo contadas excepciones, se ceba en todos los gremios. Pero hay formas y formas de verse afectado y, cada oficio, cada actividad, guarda sus particularidades. Los desguaces de Bizkaia han tenido sus propios tiempos para sufrir los pormenores de la crisis; por ello, tras un repunte de su actividad a principios del nuevo escenario económico, este colectivo ha vivido en 2012 su annus horribilis. A la caída de entrada de coches viejos, se ha unido que cada vez menos ciudadanos buscan en estos establecimientos los recambios para sus vehículos.
Así las cosas, los desguaces del territorio se encuentran en una situación delicada. "Llevamos 30 años en este negocio y no habíamos vivido una situación similar. Las cosas están bastante mal como en otros gremios, pero 2012 ha sido un año terrible", reconoce Antonio Rodríguez Correa, de Desguaces Correa. En este negocio de Trapagaran han notado "un gran bajón en los últimos seis meses. Ahora entran menos coches al desguace y viene menos gente a por recambios". El caso de este establecimiento es uno más en mitad de una tendencia a la baja que mantiene preocupado al sector. "2012 ha sido para nosotros el peor de los últimos ocho años en cuanto a ventas de recambios. A eso, además, se une que ya no entran tantos coches", explica Jesús Ordóñez de Desguaces Pilastra, en Iurreta. Ellos reconocen por contra que, al principio de la crisis, notaron que "se vendían más piezas".
La gente, con las primeras embestidas de las estrecheces económicas, tenía cintura para poder acudir a los desguaces a por componentes para sus vehículos. Pero con el paso del tiempo y el recrudecimiento de las vicisitudes económicas, también se perdió para muchos la posibilidad de acudir a por piezas ya usadas. "A principios de 2011, ya empezamos a notar que bajaban las ventas de recambios", asegura Ordóñez. Ese descenso de componentes de vehículos vendidos se ha acentuado durante el pasado año.
En ese diagnóstico coincide Paquita Torres, de desguaces Castrejana. "2012 ha sido un año muy malo. Para nosotros diciembre es el mejor mes porque la gente suele dar de baja el coche antes de enero para no pagar el impuesto municipal. En esta ocasión, ha estado muy flojo el tema", reconoce Torres. "Se está viendo que no hay dinero y la gente, evidentemente, no gasta. Es más, quien tiene dinero, visto lo inseguras que están las cosas, se lo guarda ante lo que pueda pasar", agrega Ordóñez.
La crisis ha variado el panorama de estos negocios y también el tipo de clientela que acuden a ellos. "Ahora el ciudadano de a pie compra más recambios, pero ha bajado mucho la demanda de los talleres, antes venían mucho más, pero ahora con la crisis lo han dejado, quizás porque la gente también va menos al taller", analiza Paquita Torres. Este diagnóstico lo comparten en Desguaces Pilastra. "Es cierto que vienen ahora más particulares, pero también menos responsables de talleres, debido a la situación económica", explica Jesús Ordóñez.
Miran Más Y compran menos Si los integrantes de este gremio han visto cómo ha variado el perfil de cliente, también se han percatado de un cambio de actitud de quien acude a busca un foco, una nueva puerta o una pieza del motor. "Ahora el que viene a comprar se lo piensa más. Vienen, miran, marean más la perdiz que antes, y también intentan regatear", señala Paquita Torres. En este mismo sentido se pronuncia Jesús Ordóñez ya que, a su juicio, "es cierto que la gente ahora tiende más a intentar rebajar los precios que antes".
Ante la situación global, estos establecimientos han intentado apretarse el cinturón, ofrecer precios más asequibles para atraer a los clientes y renovarse con el objetivo de seguir adelante con su negocio. "Nosotros hemos intentado bajar el precio de aquellos recambios que tienen un mayor stock", especifica Ordóñez que, también añade como el precio en aquellos artículos con mayor escasez de existencias "se ha mantenido".
En Desguaces Correa también han buscado mejorar sus precios pese a que "nosotros siempre hemos tenido productos muy baratos", analiza Antonio Rodríguez. Pone un ejemplo muy gráfico de hasta dónde han llegado a reducir los precios. "Por ejemplo, la rueda por la que antes cobraba veinte euros, ahora la vendo a quince. No se pueden bajar los precios más porque hay sacar beneficio".
Además, Rodríguez apunta a otro problema: "Hay intrusismo en el sector. Vienen desguaces de fuera, de Burgos y de La Rioja a por coches aquí a Bizkaia y nos quitan parte de nuestro trabajo". Todos ellos, vislumbran el año que acaba de comenzar con incertidumbre. "Según comentan, este año vendrá parecido que el pasado, pero nosotros no sabemos nada a ciencia cierta. Estamos a verlas venir", confiesa Jesús Ordóñez. "Ciertamente, las perspectivas para este año no son buenas, pero debemos ser optimistas. Hay que serlo para tratar de seguir adelante", explica Paquita Torres.
El optimismo es un arma para que siga luchando un gremio que, pese a la creencia popular, no ha encontrado en las apreturas económicas generales, un acicate para que la gente apueste en mayor medida por los recambios de segunda mano. "El futuro y el presente está mal, al igual que en el resto de gremios", concluye Rodríguez.