Barakaldo
La casualidad quiso que Ramón Monasterio, médico e hijo y nieto de médico, viajase a Praga en lugar de a Nueva York. La casualidad en realidad tenía dos nombres grabados, 11S y Torres Gemelas. El atentado neoyorquino frustró los planes del doctor, ginecólogo, guiándole hasta lo que se convirtió en su hobby, coleccionar figuras de médico. Era el año 2001 cuando en Praga se hizo con la primera pieza. Ahora, más de 300 figuras después, la muestra se expone en el nuevo centro médico de Barakaldo, Sanser.
La colección de Monasterio recorre el mundo con figuras médicas de todos los tipos y tamaños. Las primeras que este reconocido médico baracaldés colocó en su vitrina son unas delicadas figuras de doctores realizados con cristal de bohemia. Pero las batas blancas que componen la exposición están talladas en muy distintos materiales, incluido el papel y la goma eva. San Petersburgo, Brasil, Suecia, Nueva York, Londres o El Congo, donde estuvo durante unos años impartiendo sus conocimientos médicos. De ese viaje trajo a Barakaldo muchas de las figuras de la África negra que conforman su colección, mujeres dando a luz talladas en maderas nobles por los maridos. Pero no todas han sido recogidas por el propio Monasterio sino que muchos de sus compañeros le buscaban en sus propios viajes una pieza más con la que completar su pasión.
Así ha llegado a reunir hasta 320 figuras que completarán de forma indefinida las instalaciones del nuevo centro sanitario Sanser, el servicio médico más grande de Barakaldo que se encuentra situado en la Herriko plaza. "A Ramón le hacía mucha ilusión que sus figuras estuvieran en Barakaldo porque tanto él como su padre y su aitite son de Barakaldo", explica Sergio Gómez, director de Sanser invitando a los baracaldeses a descubrir las figuras. "La gente se sorprende mucho con la colección, también los médicos que trabajan aquí. Está siendo muy curioso", asegura.
En las vitrinas de Sanser, fabricadas específicamente para los médicos de miniatura, se puede ver a profesionales en todas las actitudes y especialidades como pediatría, oftalmología, odontología o cirugía. Muchas hacen referencia a momentos del parto, debido a que Monasterio ejerció como ginecólogo hasta que tuvo que retirarse por una lesión en los hombros.
En doce años, la del doctor Monasterio -cedida ahora a su hija Verónica Monasterio- se ha convertido en una de las más grandes del mundo y sueñan, incluso, con intentar batir un nuevo Récord Guinness con ella. Mientras tanto, la colección continúa creciendo gracias a amigos y familiares.