Basauri

El próximo viernes la historia de Basauri podrá verse en la gran pantalla. El Social estrenará dos documentales grabados por la asociación cultural Ameba para celebrar su decimoquinto cumpleaños. Los protagonistas, que pasarán a la posteridad gracias al celuloide, serán la extinta fábrica La Basconia y las numerosas salas de cine que han visto abrirse y cerrarse en las calles del municipio.

Los documentales han sido realizados por el periodista de Bidebieta Irratia Jon Villapún (Basauri, 1984) -emisora surgida de la asociación-, con la colaboración de Amaia Goikoetxea, Garikoitz Grijalbo y Leire Palacios. La Basconia, el hierro que forjó el alma de un pueblo trata sobre la historia de la célebre fábrica basauriarra, que durante 80 años dio trabajo a un buen número de vecinos y que contribuyó a la transformación del pueblo y a su crecimiento.

La empresa siderúrgica en la que llegaron a trabajar 3.500 personas y trajo consigo la apertura de colegios como el San José y la Divina Providencia, la iglesia de San Pedro y cientos de viviendas como las de Larrazabal, el Grupo San Pedro, las casas baratas de Elejalde o la urbanización de Urbi. Además, la fábrica es conocida fuera de Basauri por ser autora del puente de Deusto y el arco que preside la tribuna principal del viejo San Mamés.

Basauri de cine Por su parte, el documental Basauri, un pueblo de cine habla de la tradición cinematográfica del municipio, que llegó a tener al mismo tiempo cinco salas de cine en su casco urbano a pesar de no superar los 60.000 habitantes. Tal y como demostrará este último documental, el ocio de los basauritarras ha estado muy ligado durante el siglo veinte al cine. El embrión de la cultura cinematográfica local se formó al abrigo precisamente de la factoría siderúrgica. No en vano, nació en el salón llamado Basconia, un local que se utilizaba entre otras cosas para guardar los caballos de la fábrica y que ocasionalmente era utilizado como sala de proyecciones. De ella, nace después Cinema Basauri, en la calle Bidarte, justo donde ahora se ubica la nueva urbanización del aplaza Arizgoiti. Conocido también como el viejo, este primer cine con programación regular de Basauri abre sus puertas al séptimo arte en 1934

Unos años después, a la sala pionera le va a surgir competencia. Y es que surgirán los cines Avenida y Amaya, que acogían también representaciones teatrales. Estos, nacidos en la década de los cincuenta, eran cines más modernos. El primero se ubicaba en el actual local del restaurante Krunch, en una plaza que en aquella época no existía. Mientras, el Amaya proyectaba las películas en el edificio naranja pegado a la actual Casa del Pueblo.

Ya en los años sesenta, a esta gran oferta cinematográfica se le unió el Arizgain, una sala de teatro y cine localizado entre las plazas Solobarria y Benta, espacio actualmente ocupado por un supermercado Eroski. Este centro estuvo abierto hasta 1987 y ya coincidió en el tiempo con el que iba a convertirse en el cine del futuro en Basauri: el Cinema Social. Además del edificio del que hoy en día es el Social Antzoki que guarda el nombre de aquella primera sala el Cinema Social anexionaba el local de jubilados pegado a la residencia. Se llamaba Centro Social San Pedro y surgió al abrigo de importantes fábricas como Firestone, Ceplástica y la propia Basconia, además de con los dineros del Ayuntamiento.

El Centro Social San Pedro abre en 1957. Más tarde, llegó la reforma del edificio actual de El Social que reabrió sus puertas en 1993.

Mientras ponían guapo al nuevo cine, los cinéfilos basauritarras utilizaron la sala Ibaigane, en los bajos de la kultur etxea, para poder seguir viendo películas, un espacio que fue recuperado hace tres años por el Ayuntamiento como apoyo al Social. Pocos años después de la reapertura del teatro, el centro comercial Bilbondo aprovechó el auge del séptimo arte para abrir las primeras salas comerciales del municipio, un negocio que se vio truncado en sus últimos años de vida por su escasa demanda hasta que cerró sus puertas en 2010.

Ambos documentales se han realizado tanto en euskara como en castellano y cuentan con el testimonio de basauriarras de diferentes generaciones como Román García, Dionisio Renteria, Aniana Colino, Pedro Kareaga, Iñigo Alzola, Félix Díez, Enrique Cantera o José Miguel Gaztelu Desmond.

A las once de la mañana del viernes tendrá lugar la primera sesión, destinada exclusivamente a escolares del municipio e íntegramente en euskera. Por la tarde, a las 19.30 horas, tendrá lugar el acto principal, en esta ocasión dirigido ya a todo el público hasta completar el aforo del Social Antzoki.

La presentación será bilingüe y los documentales se proyectarán en castellano. A la finalización de cada acto se hará entrega de un obsequio a todos los asistentes.