Santurtzi. Ya no habrá más escuelas taller en Euskadi. La iniciativa social desarrollada por Lanbide se suma al listado de recortes planteados en el Gobierno vasco por la crisis económica. El fuerte del monte Serantes, en Santurtzi, fue ayer testigo de la culminación de estos programas mientras su alcalde, Ricardo Ituarte, repartía los diplomas entre los 18 alumnos que han participado junto a la sociedad de Ciencias Aranzadi en su rehabilitación. "Los de hoy son los últimos alumnos de los talleres escuela, que parecen no tener una continuidad próxima por los problemas de la crisis", anunciaba Carmen Mateos, de Lanbide.
Las escuelas taller tenían como objetivo contribuir a la mejora de la ocupación de los jóvenes desempleados menores de 25 años. En Santurtzi, los esfuerzos a este fin se complementaban con la rehabilitación y el acondicionamiento del fuerte del Serantes, el más grande y mejor conservado de la costa cantábrica. Se emplearon en esa tarea cerca de 30 santurtziarras que ayer vieron recompensados sus trabajos de fontanería y albañilería con la entrega de un diploma y las acreditaciones de diversos cursos llevados a cabo en el ámbito de la igualdad, las aplicaciones informáticas...
El Gobierno vasco ha suprimido estos programas sociales "por la crisis". En los dos últimos años, Bizkaia ha puesto en marcha dos escuelas taller, uno en Barakaldo que terminó el pasado año y el de El Serantes. Lanbide continuará, sin embargo, poniendo en marcha "otros programas distintos", tal y como adelantó ayer Mateos. "Se tiene que seguir trabajando en la formación y la alternancia profesional de los jóvenes", indicó.
Y es que los resultados de estas escuelas talleres resultan, en su opinión, "muy satisfactorios". "Nos consta que los alumnos han estado muy a gusto y ahora solo queda ver si se puede poner en valor su labor en el mercado laboral".
Aprender un oficio La misma satisfacción mostró ayer Ituarte, que resaltó la labor social de este proyecto. "A través de la escuela se ha logrado que aprendan un trabajo, que sepan lo que es cumplir con un horario, la responsabilidad... Eso es muy útil para su vida diaria", indicó frente a los restos rehabilitados del fuerte santurtziarra.
El Serantes cerró ayer un ciclo; el mimo que abrieron Daoud Ben Youseef, Josu Domínguez y Anai García, tres de los participantes en la escuela taller de Aranzadi. El primero, de origen marroquí, comenzará el mismo lunes a mandar currículos para probar suerte en el ámbito de la albañilería. Sus dos compañeros, ya han comenzado a hacer chapucillas en casa.