Gorliz. La búsqueda de una solución para terminar la urbanización de Andra Mari tendrá una nueva reválida el martes. Una semana después de que la oposición rechazara por segunda vez adjudicar las obras, se volverá a llevar el asunto a pleno, esta vez extraordinario.

La Comisión de Urbanismo, que se celebró de manera urgente tras el acuerdo de todos los partidos políticos en el pleno del pasado martes, decidió que la adjudicación del proyecto reformado de Andra Mari debía ser abordada de nuevo en el pleno para que la situación se desbloqueara de una vez por todas. No obstante, hasta llegar a esta conclusión, los grupos municipales estuvieron debatiendo largo y tendido. Al igual que sucediera en el pleno del pasado martes, muchas conversaciones se centraron en la conveniencia de adjudicar las obras o de proceder únicamente al pago de las deudas que el Consistorio tiene con la empresa adjudicataria, y que asciende a 1.250.000 euros, según aseguraron los propios representantes de la empresa en el último pleno celebrado. La diferencia entre ambas posibilidades es que el pago no implica terminar con las obras y la adjudicación, sí. Y es esta última opción ante la que se mostraban reticentes tanto Grupo Independiente como Bildu.

Pero en la Comisión de Urbanismo urgente, que tuvo lugar el miércoles, se acercaron posturas y se acordó tratar el tema de la adjudicación en un pleno extraordinario. Eso sí, Bildu propuso una serie de condiciones para que esto fuera posible. Así, entre otros aspectos, la coalición estableció que había que aceptar la resolución de la comisión de investigación y que se fijara un plazo máximo para que esta no se alargara demasiado en el tiempo. Y es que uno de los objetivos de Bildu es que se depuren responsabilidades en esa comisión.

Por otro lado, Viconsa afirmó ayer a este periódico que de momento no va a recurrir a la vía judicial para solicitar el pago de las facturas. La empresa, con necesidades económicas importantes, esperará a ver qué ocurre en el pleno de martes.