Ondarroa. Podría parecer un baile de siglas, pero detrás de las abreviaturas se esconde un programa para mejorar la protección ambiental de los ríos Artibai y Lea. Incluidos en la Red Natura 2000 al ser considerados como Lugar de Interés Comunitario (LIC) con anterioridad, ambos corredores fluviales serán calificados en breve como Zonas Especiales de Conservación (ZEC) por la Comisión Europea a petición de Medio Ambiente del Gobierno vasco. La designación permitirá alcanzar unos mayores niveles de protección de ambas cuencas, con más de 200 hectáreas en conjunto como espacios protegidos.

La designación también conllevará consigo una batería de actuaciones para mantener la funcionalidad de los hábitats, y de la fauna y la flora presentes en ambos ríos. El documento para la aprobación definitiva de la ZEC del Lea, completado con un proceso participativo durante los dos últimos años al igual que el del Artibai, destaca que el curso fluvial que va desde las laderas de Oiz hasta Lekeitio subraya cinco "elementos clave objeto de conservación". Se trata del estuario, el corredor ecológico fluvial, las alisedas y fresnedas, el visón europeo, el salmón atlántico y la comunidad piscícola en general. A la preservación de estas cinco joyas naturales van asociadas un buen número de actuaciones. Entre ellas, predominan la mejora de las bandas de vegetación en las riberas, la implantación de acuerdos voluntarios con propietarios de terrenos, la eliminación de obstáculos como presas o saltos de agua y la eliminación de plantas exóticas.

En lo que respecta al Artibai, las actuaciones en sus 136 hectáreas estarán encaminadas a proteger de una forma más efectiva el estuario que "se encuentra muy deteriorado debido a la fuerte presión urbanística", el corredor ecológico fluvial, las zonas de aliseda y fresneda, y la fauna. Especialmente importantes son el visón europeo, la loina y la avifauna de ríos -mirlo acuático o el martín pescador- al ser estos últimos "especies indicadoras del estado ecológico del río". Así, el plan del Gobierno vasco traza seis objetivos operativos con una veintena de medidas concretas para restaurar el cauce fluvial.

Además de la presión de diversas carreteras y puentes, la presencia de flora invasora o la desnaturalización de las riberas, también existen un total de 14 obstáculos para la fauna que jalonan el cauce del Artibai, según señala el informe.