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863 camiones multados en la A-8 por Bilbao

La Ertzaintza tiene activado el dispositivo de detección desde enero después de la homologación foral

863 camiones multados en la A-8 por BilbaoFoto: Z. Alkorta

Bilbao. Un total de 863 transportistas han sido sancionados por la Ertzaintza después de que fueran cazados por los arcos detectores cuando circulaban por el tramo prohibido de la A-8 que pasa por el sur de Bilbao. Unas denuncias que se vienen acumulando desde el mes de enero, cuando la dirección de Tráfico recibió los dispositivos de control automático instalados por la Diputación de Bizkaia tras obtener el ente foral la correspondiente homologación de los aparatos.

Tal y como informaba ayer este periódico, desde que la Variante Sur Metropolitana entró en servicio el pasado mes de septiembre se han sacado de la A-8 dos millones de vehículos pero también supuso la limitación del paso de camiones de más de 3.500 kilos por el tramo urbano bilbaino de esta autovía. En concreto, la zona con restricción se sitúa entre el enlace de la A-8 con el Corredor del Kadagua y la zona de Larraskitu donde desemboca la nueva autopista de pago.

La caza del infractor es muy simple. Varias cámaras de tráfico instaladas en los ocho arcos que delimitan el tramo con limitación detectan el paso de los camiones. Si uno de ellos, circule en dirección Cantabria o en sentido Donostia, pasa por un arco primero y a la de poco minutos por el segundo, se le ficha y a continuación se tramita a correspondiente sanción.

Una multa que asciende a 80 euros, que se queda en la mitad si se abona en el periodo voluntario, y que, para beneficio de los profesionales del volante, no conlleva una resta de puntos en el permiso de conducir.

Transportistas foráneos La mayoría de los sancionados son transportistas foráneos o que no conocen la prohibición del paso y no se fijan en la señalización colocada o que simplemente se despistan. Enrique Pérez, representante de la Asociación Empresarial de Transportes de Bizkaia (Asetravi), denuncia que "la señaléctica colocada en la zona de entrada de Ugaldebieta hacia Bilbao no está clara todavía después de seis meses, y muchos transportistas no siguen por el itinerario que desean".

Asegura que "los profesionales locales saben perfectamente que si circulan por el tramo de Bilbao les van a sancionar y no están por la labor". Aunque dentro del sector hay algunos camioneros vizcainos que utiliza la picaresca para circular por el tramo tabú sin ser sancionados, combinando entradas y salidas de Bilbao y evitando pasar por los arcos instalados.

Y es que la salvedad de paso que tiene esta sección de la A-8 son los camiones que entran y salen a la capital vizcaina por Sabino Arana o Juan de Garay para cargar y descargar. Todos estos camiones suponen el 34% del tráfico pesado actual entre Larraskitu y el enlace con el corredor del Kadagua. El restante 66% literalmente ha desaparecido de la autopista y eso se ha notado en la fluidez del tráfico, a pesar de que las obras de los nuevos accesos a la villa mediatizan a la baja la velocidad media del tramo. Según fuentes de la dirección de Tráfico la caída del tráfico de pesados ha reducido los incidentes en este tramo urbano de la A-8. De hecho, la percepción general es que apenas se han generado atascos no solo en tramo prohibido, también el que continúa hasta el intercambiador de Cruces, ya que la mayoría de los camioneros toman en este punto la alternativa gratuita del Corredor del Txorierri por el puente de Rontegi.

La Diputación implantó la limitación de camiones por la necesidad de mejorar la seguridad y el nivel de vida de los vecinos que viven en los barrios que atraviesa, en concreto, Larraskitu, Rekalde Basurto, Lezeaga, Bentazaharra, Altamira y Zorrotza.

"Apenas pasan camiones" Francisco Javier Muñoz, presidente de la Asociación de Vecinos de Basurto, certifica la mejora de vida en su barrio. Aunque reconoce que "no tenemos datos concretos", sí asegura que "la percepción de los vecinos es que los camiones ya no pasan apenas por la autopista excepto los que tienen que entrar al centro por el viaducto de Sabino Arana y, esos, sí que son molestos".

Opina que son los barrios de Lezeaga y Bentazaharra los que más se ha beneficiado de la limitación del paso de camiones. Muñoz indica que "en estas zonas viven una situación similar a las viviendas que están ubicadas al lado del viaducto que distan entre dos y diez metros de la autopista". Una cercanía que implica ruido, una contaminación que Muñoz indica "se nota que ha bajado, aunque sería bueno tomar unas mediciones ahora y compararlas con las efectuadas el año pasado que arrojaban ruido de entre 75 y 80 decibelios".

La limitación también ha supuesto la desaparición de los transportes con mercancías peligrosas y el riesgo que entrañan en caso de un accidente de tráfico en una zona tan poblada.