Mañana, como ocurre cada 3 de febrero, cientos de personas tomarán las calles de Abadiño con motivo de la festividad de San Blas. Visitantes y vecinos de la localidad se darán la mano para disfrutar de las exhibiciones de ganado, del mercado de productos y herramientas agrícolas, del deporte rural y de la música. No serán pocos los que saborearán las típicas rosquillas blancas de San Blas, y tampoco los que hagan el camino de vuelta a casa con un cordón colgado del cuello para espantar los dolores de garganta.
Los mencionados son solo algunos de los rituales de los Samblases de Abadiño, una de las ferias más importantes de Euskadi, tanto por participación como por tradición. Este prestigio solo se puede conseguir tras un largo recorrido. Por ello, Gerediaga Elkartea, por encargo del Ayuntamiento de la localidad, ha realizado un libro para recoger la historia de esta cita.
La publicación, titulada Sanblasak begietan, es el fruto de una larga investigación, tanto fotográfica como documental, llevada a cabo por el fotógrafo durangarra Txelu Angoitia y la periodista elorriotarra Lorea Madina. Han pasado 45 años desde que Gerediaga tomara parte en la revitalización y modernización de esta feria, por lo que para los autores del estudio "colaborar de nuevo con los Samblases supone una gran alegría".
El trabajo muestra la evolución que durante décadas ha tenido la cita abadiñarra. Y lo hace en dos partes diferenciadas. La primera recoge instantáneas de la feria desde 1915 hasta 2011, y en la segunda se puede leer la investigación sobre su historia.
La parte fotográfica se compone de alrededor de 130 imágenes realizadas por unos 40 fotógrafos que ha lo largo de la historia han fijado su objetivo en la feria de San Blas. Así, en el libro se pueden encontrar instantáneas realizadas en 1915, una época en la que cualquiera no tenía la posibilidad de sacar una foto porque disponer de una cámara estaba al alcance de muy pocos. Indalecio Ojanguren, también conocido como El Águila de Eibar, fue uno de los que pasó por Abadiño para captar imágenes que han quedado guardadas para la historia y que ahora se pueden disfrutar en este libro. Estas imágenes se entremezclan con las de fotógrafos contemporáneas y con las de los participantes en los concursos organizados por el Consistorio en los últimos años. "El recorrido fotográfico refleja la esencia de la feria, es la historia de San Blas a través de la mirada de 40 fotógrafos", destacó Angoitia. Las instantáneas van acompañadas de los recuerdos de ocho escritores de la localidad.
EL ORIGEN El trabajo de Medina ha consistido en la investigación sobre los inicios y la evolución de la feria. Además de llevar a cabo una gran labor documental, la periodista ha entrevistado a personas que participaron en los Samblases en la década de los sesenta. El objetivo de este estudio ha sido buscar el origen de la feria, o al menos, aproximarse lo máximo posible a los inicios.
Uno de los datos que dejan entrever la antigüedad de esta celebración es que en 1641 ya se veneraba en Abadiño a la figura de San Blas. Y es que en la iglesia de San Trokaz hay una talla original dedicada a este santo, y que por el estilo en el que está confeccionada, se sitúa en la mencionada fecha.
Otro de los hechos que recoge el libro es que en 1723 se fundó la Cofradía de San Blas, por lo que en aquellos tiempos ya se celebraban unas fiestas importantes en honor al patrón. De ese mismo año se ha podido encontrar una factura del Ayuntamiento con los 37 reales y medio que se pagaron a los músicos que amenizaron la feria, que en aquellos años tenía más presencia de animales equinos, más válidos para el trabajo diario.
Tampoco faltan anécdotas curiosas, como el juicio que se celebró en 1853 entre un tratante de Bedia, Bautista de Ocerin, y un comprador de Zaldibar, Domingo de Larizgoitia. El primero vendió al segundo una pareja de bueyes por 858 reales, cantidad que acordaron abonar a plazos. Cuando quedaban 218 reales por pagar, el comprador argumentó al vendedor que no se los iba a dar porque los animales no tenían tanta fuerza como le había prometido.