Güeñes. Se habían acostumbrado a usar barracones a modo de aulas, pero los padres de alumnos del instituto de Secundaria Eretza de Sodupe ya no permiten que se ponga en riesgo la salud de sus hijos. Según denuncian el centro y la AMPA, los módulos provisionales instalados en verano sufren filtraciones de agua y humedad. Por ello, piden al Gobierno vasco que los sustituya inmediatamente.

Más que la incomodidad que supone dar clase en esas condiciones, los padres temen sobre todo que el peligroso cóctel que forman la acumulación de agua en el tejado y la cercanía de conducto eléctrico provoque una desgracia. "No se llegaría a tanto, porque saltaría el alternador, pero hay que actuar urgentemente", advierte la jefa de estudios, Charo San Pedo.

Hace años que el colegio empezó a verse desbordado ante el aumento de las matrículas y no quedó más remedio que acomodar a los estudiantes de Secundaria en barracones. El pasado mes de agosto se acoplaron varios módulos más, en los que se imparten las clases a 27 escolares de tercero de ESO. Hasta que no llegó el frío no advirtieron el problema. "Al principio no apreciamos las deficiencias porque el otoño fue más cálido de lo normal. Pero en noviembre, notamos que las diferencias de temperatura originaban problemas de condensación. Los módulos se limpiaban a las seis de la mañana y dos horas más tarde, seguían sin secarse", describe el director, Miguel Ángel Fernández. Como consecuencia "varios alumnos se han resbalado y se han caído al suelo, se producen goteras y los libros se hinchan".

informe El colegio se dirigió entonces al Departamento de Educación del Gobierno vasco y ante la falta de respuesta solicitó que el servicio de prevención de riesgos laborales examinara los barracones. Según consta textualmente el informe emitido, "se puede apreciar visualmente la acumulación de agua y humedad a simple vista en el techo de los módulos, lo que puede provocar un cortocircuito al desplazarse los cables eléctricos por estos conductos".

"Los padres nos preguntamos qué hacen los niños ahí metidos", dicen Beatriz y Laura, cuyos hijos estudian en esos módulos. Además, "el problema no desaparecerá cuando termine el invierno porque los barracones se han construido a ras de suelo y en el perímetro se acumula el agua y la suciedad", alerta el director.

El centro urge a Lakua a corregir las deficiencias de los módulos o reemplazarlos. Mientras tanto, "tratamos de que permanezcan allí el menos tiempo posible y estamos estudiando trasladar algunas clases a la biblioteca", señala la jefa de estudios. Después de numerosos intentos de hablar con responsables de Educación, los padres pudieron comunicarse ayer con el Gobierno vasco. "Siempre estaban ocupados. Ahora dicen que lo estudiarán", anuncian.