Nueva oportunidad en los fogones
El restaurante de Fadura facilita en un año la inserción laboral de 120 jóvenes
Getxo
El Ayuntamiento de Getxo ha hecho del deporte una nueva vía de inserción laboral en el municipio. Y es que el restaurante del polideportivo municipal de Fadura cumple desde hace un año un doble servicio social al atender la demanda de hostelería y ofrecer una pasarela al mundo profesional para jóvenes con dificultades de formación. En total, 120 personas han encontrado en sus fogones una segunda oportunidad para conseguir en la hostelería un medio de vida.
A finales de diciembre del pasado año, el Ayuntamiento ponía en manos de un centro de formación, la Fundación Peñascal, el retorno del servicio de hostelería tras una ausencia de más de un lustro. "Había una carencia muy clara", reconoce el concejal de Deportes de la localidad, Álvaro González. El Ayuntamiento propició esta mejora tras una importante remodelación del área social con una inversión de 1,8 millones de euros subvencionada, en parte, por la Diputación Foral de Bizkaia.
En este tiempo, Fadura Ostalari-tza ha devuelto con creces la confianza depositada con unas prestaciones culinarias que superan ampliamente las expectativas de un centro formativo. El restaurante recurre a la cocina tradicional aderezada con toques de sofisticación como corresponde a los tiempos actuales.
En manos de estos chefs en formación las clásicas patatas a la riojana se reinventan como una crema de patata con salteado de chorizo y crujiente. Esta ambición ha tenido recompensa y ha permitido al centro superar las turbulentas aguas de la crisis con nota con un comedor que registra de promedio un lleno a la mitad. "La acogida ha sido bastante buena. El servicio ha dado vida social al polideportivo", destaca el concejal.
Superar la formación Fadura Ostalaritza se desembaraza de las limitaciones de los centros de formación con un enfoque profesional que le empareja con los restaurantes convencionales de la localidad. "La relación calidad precio es exageradamente buena y llamamos la atención", celebra Cristina Espiñeira, responsable del servicio.
El polideportivo se amolda a todos los servicios con un menú de día de 10 euros que ofrece varias modalidades más económicas como la oferta a deportistas de 8 euros o la última novedad del plato único y postre, a 5 euros.
Más allá del servicio gastronómico, los fogones preparan para el mañana a colectivos sociales a quienes la vida les ha tratado mal. "Tratamos con gente en riesgo de exclusión social y les mostramos que tienen un sitio en la sociedad. Creemos en el trabajo y en que nuestros estudiantes son tan validos como cualquier otra persona", apunta la responsable.
La cocina se aprovecha como una gran aula de formación con prácticas reales en el horario de apertura. Dos profesores de hostelería dirigen las operaciones de un grupo variopinto que integra a personas con una cierta experiencia junto con otras que escapan de sectores en crisis como la construcción.
Fadura Ostalaritza se proyecta como una escuela de la vida para personas lastradas por problemáticas personales. Por este motivo, además de la formación profesional transmite valores humanos para apuntalar su futura trayectoria laboral. "No hay que ser un genio sino venir con ilusión. Les enseñamos el trabajo en equipo, el compañerismo o la puntualidad", destaca.