Balmaseda. El 41ª concurso de putxeras de Balmaseda batió ayer su récord absoluto de participación con 185 cazuelas. La previsión de buen tiempo para la festividad de San Severino ya apuntaba a que se podría superar la marca establecida el año pasado y se consiguió por un margen de cinco platos. Además, para redondear la jornada, el primer premio del popular certamen se quedó en el municipio, concretamente en las manos de Txetxu Ortiz y su cuadrilla.

Los cocineros encartados demostraron su buen hacer al acaparar también el segundo y el tercer puesto para dos grupos de Sodupe -Güeñes- y Aranguren -Zalla-, respectivamente. "Ha sido sin duda el año que más nivel hemos visto de las últimas ediciones", elogió el director del jurado, Kepa Landa.

A la calidad de la cosecha de alubia se unió la buena mano de las personas que vigilaron las putxeras durante las más de cuatro horas que tardan en alcanzar su punto ideal. Y eso se apreció en las notas del jurado. El expregonero de Aste Nagusia, Isidro Elezgarai, la jefa de cocina del restaurante Yandiola, Sarai Rueda, y Daniel García, del Zortziko, entre otros, destacaron "el excepcional sabor" de las alubias. Este aspecto se calificó con puntuaciones entre el cero y el 15, mientras que la presentación y el punto de cocción se evaluaron con un baremo que va de cero a diez.

Por algo la comarca pronto adoptó este plato que comían los empleados del sector ferroviario durante su jornada laboral. Del trabajo ha saltado a lo festivo y hoy día la festividad de San Severino, patrón de la villa, gira en torno a las alubias. La fama del certamen ha trascendido Enkarterri. Ayer, por ejemplo, presentó una putxera a concurso un cocinero que viajó a Balmaseda desde Marbella.

Los hay que prefirieron simplemente dar un paseo por el casco histórico. Así, el centro se inundó de gente dispuesta a disfrutar de la fiesta. "El balance es inmejorable. Hay más afluencia que nunca y el concurso ha registrado una altísima participación", expresó el alcalde de Balmaseda, Joseba Zorrilla.

En el lado negativo reseñar solo el pequeño caos circulatorio que se creó en las entradas a la villa por la concentración de vehículos. Por otra parte, el tren que debía llegar a la localidad desde Bilbao a las 12.10 horas se retrasó porque los vagones se vieron desbordados de pasajeros con intención de viajar hasta Balmaseda.