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A la espera de una pareja para el baile

A la espera de una pareja para el bailefoto: david de haro

Algo no marcha bien en una sociedad que va en coche al gimnasio; en un mundo donde la bicicleta se reserva para un casta, una estirpe de hombres y mujeres decididos a no rendirse, a no claudicar a la dictadura de la prisa y la velocidad desmedida. Se dirá que también a lomos de uno de estos caballos de hierro se asciende a un ritmo brutal hasta donde anidan las águilas o se desliza uno, pendiente abajo, a tumba abierta, jugándose el pellejo por un puñado de monedas. Esa es la imagen que deja el ciclismo profesional, un deporte repleto de hazañas heroicas y esfuerzos baldíos que solo alcanzan para taparse la cabeza del orgullo de haberlo intentado, dejando al descubierto los pies de la gloria que rara vez llega.

Pero el ciclismo es más, mucho más que esas carreras a degüello. Es un estilo de vida. Así lo han comprendido el viejo zorro de las carreteras Arsenio González, junto a Andoni López y Antonio Sola, los tres hombres que acaban de abrir tienda nueva en la calle Henao, un BH Bilbobike donde las bicicletas aguardan a quien les saque a bailar, a la media naranja con la que se suda ascendiendo a los montes y se airea en ese suave deslizar de las bajadas.

Tal y como reza el programa de mano, la tienda va más allá del negocio: pone al alcance del cliente la experiencia BH en su máxima expresión, con el catálogo completo de una firma que ya cumple más de 100 años en plena forma. No es un decir por decir. No en vano, en el interior del local se apiñan bicicletas de carretera y de montaña; para la mujer, urbanas, plegables, o las usadas para el trekking; las eléctricas e-motion y todos los accesorios y componentes que comercializa BH, junto con la gama BH Fitness para el cuidado personal.

De todo ello disfrutaron quienes se acercaron al local, desde Iñigo Markaida a Andrés Margallo, pasando por la hija de este último, Leire Margallo; Ana Aboitiz, Roberto Laiseka, quien fue capaz de domar a la serpiente y cerrar un palmarés envidiable en el ciclismo profesional; Mikel Zarrabeitia, Rubén Gorospe, Igor Astarloa, Xabier Usabiaga, Xabier Artetxe, Alberto Leanizbarrutia, Ramón González Arrieta, José Félix Guerrero, Unai Eskauriaza, Iñigo Zarrabeitia, Txente Mauleón, Javier Fernández, Oscar González, Mikel Álvarez, quien pasó como el rayo por el local, Fito Barbarias, Iñigo Martínez, Amaia Beltrán, Ignacio Gorostiaga, Mikel Urrutia, Jon Ander Olaizola y gente ligada al mundo de las dos ruedas, el viento en la cara y la sensación de que uno es dueño del tiempo y las distancias. Tal vez sea un espejismo y todos seamos lo que parecemos: esclavos. Pero la realidad es que pedalear es sinónimo de libertad.